Itsuki y Sensui
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Spanish › Anime
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Adult
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Disclaimer:
I do not own the anime/manga that this fanfiction is written for, nor any of the characters from it. I do not make any money from the writing of this story.
El ataque comienza
Advertencia: este es un fic del género yaoi, ya saben relación hombre con hombre. Y quiero aclarar que no saco ganancias con esta historia. No son de mi propiedad Itsuki ni Sensui, ni ninguno de los personajes de YuYuHakusho, pero todos los demás personajes y lugares son de mi propia creación. Bueno eso es todo así que a leer el fic : )
CAPITULO 13: EL ATAQUE COMIENZA.
Shigeru estaba comiéndose a besos al youkai sobre la cama. Ahora Itsuki era su sirviente y acataría todas y cada una de las órdenes de Shigeru, sin importar que le ordenara matar a aquel cretino de Sensui. “Sensui” pensó Shigeru y de pronto se sintió entumecido. Sentía que a pesar de que había ganado control total sobre Itsuki, su victoria era vacía. ¿Pero por que se sentía vacía? No tenía sentido. Ahora el era el dueño absoluto del de ojos dorados. Pero aún así Shigeru sentía que le faltaba algo.
Shigeru dejó los labios de Itsuki para en seguida besar su cuello. Primero lo estaba haciendo de una forma seductora, pero conforme el nombre Sensui aparecía en su cabeza, Shigeru empezó a besar a Itsuki de manera posesiva en los labios y después bajó de nuevo hacia su cuello y comenzó a mordisquearlo con sus dientes; dejando así marcas rojas en el cuello del youkai como indicando que Itsuki era sólo y sólo de su propiedad.
Shigeru subió su mano izquierda hasta el hombro de Itsuki y comenzó a desabrochar la atadura derecha de la toga que llevaba puesta el youkai para luego acariciar su hombro desnudo. Ahora la toga de Itsuki era sostenida por la otra atadura que estaba sobre el hombro faltante. Pero medio pecho de Itsuki había sido expuesto a Shigeru y éste paró de atacar el cuello de Itsuki, quien ahora estaba jadeando, para a continuación recostar a Itsuki sobre la cama.
Shigeru tomó con su mano el pezón expuesto de Itsuki y lo acarició por unos instantes para después tomarlo entre sus labios y mordisquearlo. Itsuki se retorcía debajo de Shigeru gimiendo de placer. Shigeru estaba bastante contento por aquella reacción que consiguió arrancar del youkai. Shigeru estaba dejando marcas con sus dientes por todo el pecho de Itsuki a modo de indicación de que era suyo.
Shigeru estaba disfrutando mucho aquel momento, teniendo al indomable youkai a sus pies; pasando su lengua sobre aquella piel, sobre ese hermoso cuerpo que ahora no se resistía sus caricias y que al contrario las estaba disfrutando. Al menos eso parecía por los incesantes gemidos que emitía Itsuki por las ardientes y posesivas caricias de Shigeru.
Pero aún así el de ojos grises sentía que algo hacía falta. Por un momento la respuesta llegó a su cabeza. En ninguna ocasión de las que había estado con Itsuki éste había dicho su nombre. Ni siquiera incluso ahora que estaba delirando por el placer. Era cierto Itsuki jadeaba y gemía pero nunca decía “Shigeru”. Nunca lo dijo y no lo había dicho aún después de que Shigeru controlara su mente.
“¡Maldición!” Pensó Shigeru enojado. ¿Sería acaso que aún después del control mental el youkai no le perteneciera por completo? ¿Sensui seguiría siendo su dueño? ¿Tan falso era su triunfo?. “¡No, no imposible!” Pensaba el de ojos grises.
Shigeru repentinamente tomó a Itsuki violentamente de la parte posterior de su cabeza y le dijo “Así me gustas sumiso y obediente” y luego tomó sus labios en otro beso posesivo que incluso lastimó los del youkai haciéndolo sangran un poco en la comisura de su labio inferior izquierdo. Cuando terminó Shigeru lamió un poco de la sangre que le escurría a Itsuki y dándole una última mirada le dijo sonriente “Ahora sí vas a ser mío. Voy a penetrarte”.
__________________________________________________________________
De las puertas del castillo Sakai estaban saliendo incontable número del soldados. Ahora Sensui podía ver a que referían los tres jóvenes cuando dijeron que eran superados en número. Y Sakai era por mucho más grande que aquel castillo donde Sensui e Itsuki se habían encontrado con los youkais torturados. Pero ni aun así en contra de toda esta adversidad, ni Sensui ni los hermanos estaban dispuestos a rendirse a Shigeru.
Otro ruido se escuchó, este era diferentes al que producían las enormes puertas de metal del castillo. Sensui se giró y vio aquel otro ruido era causado por las naves de Daichi que estaban llegando al lugar de la pelea. Una sonrisa asomó por el rostro de Sensui. Los tres jóvenes también se veían felices de ver que sus amigos estaban arribando.
Una a una las naves fueron aterrizando en el suelo. Las tropas comenzaron a emerger de ellas y Akira, quien portaba un arma las iba dirigiendo al frente. Entonces hubo un silencio e Isamu gritó “¡Shigeru estamos aquí los de Daichi para librar la última batalla! ¡Muéstrate para pelar!”. De nuevo otro silencio y en la torre más alta del castillo se pudo apreciar la figura de Shigeru quien lleva puesta una armadura negra con adornos bélicos dorados en ella.
Cuando apareció sus soldados dieron un grito a modo de saludo de su amo. Shigeru sonreía arrogante y desafiantemente, como menospreciando a los habitantes de Daichi que estaban ante él. Hiroshi se dio cuenta de la actitud de Shigeru y apretó sus puños mientras gruñía. Pero Kenshin puso una mano sobre su hombro para tratar de calmarlo.
Sensui miró fijamente a Shigeru. “¿Con que esta era la persona que había osado secuestrar a su Itsuki?” pensó Sensui muy molesto “Mas le vale no haber maltratado a Itsuki o si no entonces conocerá mi furia ciega”. Sensui le lanzó otra mirada penetrante al elegante Shigeru quien estaba observándolos desde la torre.
Entonces, Shigeru habló “Veo que al fin los cobardes de Daichi han salido para la pelea” usando un tono burlesco. Los soldados de Sakai empezaron a mofarse también. Cuando finalmente se callaron Isamu le contestó “Nosotros nunca te hemos tenido miedo Shigeru y te digo que ninguno de Daichi es un cobarde”. Shigeru seguía mirándolos petulante pero Isamu continuó diciendo “Sin embargo te propongo que terminemos con esta estupidez de una vez. Recapacita pues esta batalla y todas guerras anteriores han causado demasiado daño en ambas partes. No cometamos los mismo errores. Solamente traeremos dolor otra vez a ambas partes”.
“Ja, ja, ja” Shigeru se burló “Yo soy perfecto. No oses compararme con ustedes. Yo nunca cometo errores”. Entonces Hiroshi le dijo “¡No seas tonto ¿Qué acaso no vez la destrucción que hay ente tus ojos? Sólo mira las tierras devastadas que ahora son como un cementerio!”. Shigeru no cambió su posición y dijo “Yo sólo veo una tumba para todos los inútiles que murieron por inservibles”.
Ahora fue Kenshin enojado quien le dijo “¿Qué no tienes ni el más mínimo respeto por tus antiguos camaradas que murieron peleando por ti?”. Mas Shigeru le contestó “No sean tontos la piedad es para los débiles. Y todos esos cadáveres que están enterraros no fueron suficientemente fuertes como sobrevivir”. En seguida agregó “Y no necesito que tres mocosos que siempre andan pegados el uno al otro me digan lo que tengo que hacer. Su unión es lo que los hace débiles”.
Sensui estaba comenzando a enojarse mucho y sobra decir que Akira y las tropas de Daichi estaban más que furiosos de que Shigeru insultara a sus tres líderes. Akira y Sensui querían salir de inmediato a partirle la cara a Shigeru. Sin embargo los tres jóvenes mantuvieron al calma y dieron órdenes de no atacar aún. Entonces Isamu dijo “¡Eres in ignorante! Nuestros sentimientos son lo que nos hacen fuertes y te das cuenta de que el único débil eres tú! ¡Me das pena!”.
Ahora sí la cara de Shigeru mostró gran consternación por lo que Isamu le había dicho ¿Cómo se atrevía aquel mocoso a llamarlo débil, a él quien era perfecto y el más poderoso?. Ese mocoso era el que no sabía, pero Shigeru se los haría pagar tan insolencia. Por un momento los ojos de Shigeru desviaron su atención de los jóvenes, y fue cuando vio a un hombre de piel oscura y cabello negro. El seño de Shigeru se frunció enseguida y pensó “Éste tiene que ser. No hay nadie en este mundo con esas características físicas...Ese tiene que ser el maldito Shinobu Sensui”.
Shigeru abrió su boca para decir algo pero fue interrumpido por Sensui quien se le adelantó y levantó su brazo para señalar a Shigeru y así llamar su atención. Sensui dijo fuertemente para Shigeru lo escuchara “¡Tú! He escuchado que tienes prisionero a una persona que cayó por la grieta dimensional”. Sensui lo miró desafiantemente “Quiero que me lo devuelvas”. Aquello era como una orden así que ya se imaginarán cómo lo tomó el de ojos grises.
“¡Maldito insolente ¿Quién te crees que eres para hablarme así y darme órdenes?!”. Ahora fue Shigeru quien señaló s Sensui con su mano y le dijo “No eres más que escoria comparado conmigo”. Shigeru trató de calmarse un poco, bajó su mano y entonces dijo “Me he enterado de tú eres Sensui”. Shigeru se llevó la mano a su cintura y dijo “Veo que eres de lo más insignificante”. Eso enfureció mucho a Sensui pero hizo un intento de trasquilarse por el bien de Itsuki y en vez de contestarle a Shigeru dijo le exigió de nuevo “Te dije que me devolvieras a Itsuki”. Era como si hubiera llamas en los ojos de Sensui.
Shigeru quedó impresionado por esa mirada. Nunca nadie lo había mirado de aquella forma; estaba impactado por la fuerza que Sensui demostraba sólo con estar ahí desafiándolo. Pero por su puesto que Shigeru no iba a dejar demostrar eso. En cambio, el de ojos grises le dijo burlonamente “Sí, en efecto Itsuki, el hermoso animal exótico está conmigo. Pero déjame decirte que para nadie pienso dejártelo”. Luego Shigeru habló con desdén “A ti que no eres más que un vil insecto”.
Sensui estaba más molesto pero no era exactamente porque Shigeru lo había estado insultado, sino era por el hecho de que el tal cretino había llamado “Animal exótico” a su Itsuki y porque no pensaba dejar que Sensui lo salvara. Y mientras Sensui analizaba las intenciones de Shigeru detrás de eso de “Animal exótico”, éste le dijo “Tú no mereces a alguien como Itsuki y él se ha dado cuenta de esto. Es por eso, que él no quiere verte más y ha decidido ser mi amante y estar a mi lado en esta conquista”. Sensui no podía creer lo que escuchaba. Shigeru agregó muy sensualmente “Y él ha sido “mío” en todos los sentidos”.
Si Sensui pensó que estaba enojado, ahora sí que lo había cegado la ira. ¿Cómo era posible que ese mentecato le hubiera hecho esas cosas a Itsuki?. Claro que youkai era ciertamente hermoso y eso lo entendía Sensui, pero lo que no quería imaginarse era la forma en que Shigeru había poseído a Itsuki. Y aún sin quererlo una imagen mental, donde Shigeru estaba teniendo relaciones con Itsuki, llenó el cerebro de Sensui.
Kenshin percibió el cambio de ánimo en Sensui y trató de calmarlo diciéndole “No lo escuches amigo Shinobu, solamente está tratando de provocarte”. Sensui volteó a mirar al joven y de nuevo vio hacia Shigeru. Era muy tarde, Sensui ya había caído muy dentro de la rabia al saber lo que Shigeru le había a su youkai.
Sensui dijo enfurecido “¡Maldito! ¡Si te has atrevido a tocarlo entonces yo...!”. Shigeru lo interrumpió diciéndole “Necio ¿no entiendes que él es mío?. Olvídate de tus idioteces y vuelve al maldito agujero de donde hayas salido”. Isamu no confiaba en la respuesta tranquila de Sensui así él intervino para parar las provocaciones que estaba causando Shigeru y dijo “¡Basta ya Shigeru! ¡Será mejor que te retires y nos entregues al otro extranjero por las buenas!”. Pero nuevamente Shigeru de río de ellos y dijo “Ustedes estúpidos niños no pueden exigirme. Ustedes con su insulso llamado “ejército” mas ese inútil de Sensui que no puede ni igualar mi poder. Ja,ja,ja partita de inútiles”.
En seguida, Shigeru levantó su mano izquierda y gritó “¡A la carga mi ejército y maten a todos estos insolentes de una vez por todas!”. Y un gran número de soldados se lanzaron en contra de las tropas de Daichi. Cuando ambos bandos se encontraron violentamente parecían como si dos grandes olas de mar chocaran la una contra la otra, causando un gran estruendo para luego revolver sus aguas agitadas.
Los combatientes de Daichi no dudaron en sacar sus espadas a la orden de Akira quien era el encargado de dirigirlos, y los tres hermanos de ojos violeta saltaron desde la parte superior del vehículo y se unieron a la lucha al igual que Sensui.
Las tropas de Daichi estaban acomodadas más estratégicamente y eran más organizadas; así como sus armas se veían más sofisticadas que las que portaban los soldados de Sakai. Sin embargo los soldados de Sakai les eran muy superiores en número y sus técnicas de batalla eran las más violentas y salvajes, cuando daban un corte con sus espadas eran sinónimo de un corte mortal para quien lo recibía. En conclusión, estaban más preparados para las peleas.
A pesar de las malas circunstancias, nadie de Daichi dejaba avanzar a los de Sakai quien seguían tratando de diezmar a sus adversarios. Al momento que Sensui se unió a la pelea ni dudó en usar su impresionante poder espiritual. Primero concentró una gran esfera luminosa de energía espiritual. Sensui no iba a dura en empezar a utilizar su técnica Reikou Resshu Shi En Dan, así que cuando él tuvo le esfera completa le dio una patada con su pierna derecha. Era su una gran técnica cuando para esta pelea donde los superaban en número.
La bola de energía se dispersó en partes más pequeñas que salieron disparadas hacia diferentes direcciones acertando sobre muchos soldados de Sakai. pero algo no estaba del todo bien, Sensui se dio cuenta de ello cuando observó que su técnica podría haber no fue tan devastadora cono él pensó que sería. Los ojos del ex reikai tantei se agrandaron por la sorpresa y fue entonces, Sensui comprendió una cosa, que el material con el que estaban hechas las armaduras que usaban los soldados de Sakai estaba impidiendo que su técnica tuviera el efecto que Sensui deseaba.
“¡Sus armaduras están hechas para resistir casi cualquier ataque, pero no te desesperes amigo Shinobu ya que tarde o temprano sus armaduras se despedazaran si lo sigues intentando!”. Kenshin gritó desde el otro lado a Sensui mientras el mismo y sus hermanos trataban de esquivar los ataques de sus enemigos.
Una sonrisa astuta apareció en el rostro de Sensui mientras pensaba “¡Claro que no me voy a dar por vencido a causa de estos sujetos! ¡No importa cuanto me cueste, no voy a perder a Itsuki!”. Y de esa forma Sensui pareció recuperar sus ánimos invocando de nuevo otro Reikou Resshu Shi En Dan. De nuevo sus ataques fueron un tanto menguados por las armaduras de los soldados de Sakai; sin embargo esta vez Sensui vio que Kenshin tenía razón y sus armaduras comenzaban a desquebrajarse.
Shigeru quien continuaba observando la batalla desde su castillo se no veía para nada contento. Los tres hermanos, Isamu, Hiroshi y Kenshin estaban tratando de evadir los ataques enemigos que los superaban en número. Akira les gritaba a sus gobernantes “¡Mis señores! ¡Noooo! ¡Tengan mucho cuidado! Pero el mismo Akira no podía avanzar hasta donde sus señores se encontraban debido a que se encontraba luchando desesperadamente también.
Shigeru les gritó riendo “Isamu, Kenshin y Hiroshi realmente ustedes son los más patéticos de todo Daichi. Ja, ja, ja. Siempre juntos los tres hermanos. Son tan débiles que no sé cómo es que ustedes son los gobernantes. Ja, ja, ja. Esta vez los mataré para siempre y no podrán clonarlos de nuevo”. Sensui también trató de llegar al lado de los tres hermanos pero ya era muy tarde; ellos estaban rodeados por cientos de soldados de Sakai.
Los tres jóvenes de ojos violeta estaban de espaldas el uno con el otro, y así estando juntos Hiroshi dijo “Mis hermanos es el momento”. Isamu le respondió “Tienes razón”. Kenshin dijo “Muy bien hay que intentarlo”. Shigeru extendió su brazo y les ordenó a sus soldados “¡Acaben con esos inútiles mocosos de una vez!”. Los solados estaban listos para abalanzarse en contra de los tres jóvenes, sin embargo algo inesperado pasó. El rededor del cuerpo de Isamu comenzaron a aparecer varios puntos luminosos que se movían a su alrededor. Pero no sólo era él; rodeando el cuerpo de Hiroshi empezaron a emanar frías vibraciones, y alrededor del cuerpo de Kenshin una ráfaga de viento se movía.
Shigeru quedó sorprendido y exclamó “¡No puede ser, ese poder! ¡Yo acabé con esos poderes cuando exterminé a los hermanos originales!”. Sensui quien también se encontraba combatiendo giró su cabeza para ver a los jóvenes de ojos violetas cuando sintió el enorme poder espiritual que salía de ellos Akira hizo lo mismo que Sensui.
Las energías que circundaban a los jóvenes comenzaron a expandirse y empujaron hacia atrás a los soldados que los estaban atacando. Los soldados quedaron pasmados pero Shigeru gritó “¡No sean cobardes mátenlos!” y de nuevo los soldados, junto con otro gran número más de ellos se echaron encima de los tres hermanos. Akira pensó que eran demasiados soldados y que aunque sus señores había incrementado sus poderes, los de Sakai iban a aniquilarlos.
De pronto, los ojos de los tres hermanos brillaron más intensamente e Isamu exclamó “¡Hoshi!” y de las pequeñas estrellas que se bailaban a su alrededor se dispersaron y atacaron a una parte de los soldados que los tenían acorralados. Después, Hiroshi gritó “¡Yuki!” y de la tierra empezaron a brotar formaciones de hielo que iban derribando a otro tanto de los soldados. Y por último pero no por ello menos espectacular, Kenshin exclamó “¡Tsubasa!” y se creó un torbellino a su alrededor que mandó a volar a otros soldados.
Sensui y Akira se veían aliviados al ver que los hermanos estaban bien y que con ese incremento de poderes en su bando, también se incrementaban las oportunidades de vencer a Shigeru y a los demás de Sakai. Shigeru gruñó de furia y golpeó una mano contra la baranda de piedra del balcón donde se encontraba, ya que Shigeru no tenía pensado que esos malditos mocosos pudieran usar los poderes que los tres hermanos originales había usado antes, y lo que es más, es que parecía que esos poderes eran más fuertes que en el pasado.
Entonces, Shigeru gritó “¡Disparen el primer cañón! ¡Ahora!”. De la torre que se encontraba a la izquierda de Shigeru emergió un largo cañón metálico, toda una pieza de maquinaria de Sakai. Mientras Akira veía aquel cañón sus ojos reflejaron temor, y no estaba equivocado. Un solado de armadura negra apareció detrás del cañón para operarlo, Shigeru dijo “¡Malditos ahora si que me las van a pagar!”. Y con su mano dio la señal al soldado para que disparara.
Sensui vio que rápidamente, de la punta de aquella arma sofisticada, empezó a formarse una bola luminosa que luego se convirtió en un rayo que fue velozmente disparado hacia la dirección donde se encontraba Daichi. Los tres hermanos que seguían tratando de derribar cuanto soldado pudieran miraron con terror cuando el cielo sobre el campo de batalla fue atravesado por aquel rayo. El impresionante fenómeno solamente duró unos segundos, y otros segundos después se escuchó un gran retumbe.
Akira gritó desesperado “¡Yori!”. Aquel rayó había golpeado Daichi, más seguramente el edificio que se encontraban resguardando Yori y otros de Daichi, aquel edificio donde se almacenaban los datos genéticos de la población de Daichi. Shigeru estaba riendo como maniático y mucho más después de ver la caras pálidas de los combatientes de Daichi. Ahora era turno de Sensui para ponerse furioso, y mientras de los de Daichi parecían como petrificados por la conmoción, Sensui seguía combatiendo sin descanso usando su poder espiritual para poder abrirse paso entre los soldados y el castillo.
Aquel acto de Sensui hizo a los tres hermanos salir de su estupor e Isamu les gritó a las tropas “¡Compañeros no se detenga ahora aún no estamos derrotados!”. Luego Hiroshi dijo “¡Es cierto los que están en Daichi debieron de haber activado los escudos que protegen a la ciudad!”. Ante esas palabras los combatientes de Daichi parecieron recuperar sus ánimos y siguieron luchando valientemente. Pero Akira que era quien estaba al rente de las tropas aún parecía ensimismado, sus pensamientos dirigidos hacia su amado Yori. Luego Kenshin le dijo “¡Amigo Akira sé que Yori aún debe estar bien, así que no debemos dejar que disparen más veces ese cañón o si no entonces sí caerán los escudos de Daichi y todo se perderá!”. Isamu agregó “Tiene razón. Akira gran amigo debemos pedirte un gran favor, por Daichi y también por Yori”. Hiroshi dijo “¡Nosotros nos encargaremos del cañón y tú dirige las tropas!”.
Akira pensó que sus señores tenían razón, ahora no era el momento para dejarse vencer, debía seguir luchando por Daichi y por Yori pasara lo que pasara, porque si no entonces no habría futuro para ellos, para nadie. Akira les dijo a sus señores “¡Así lo haré mis señores!” y con eso empezó a dirigir a las tropas de Daichi y a hacer uso de sus estrategias.
Sensui trataba de acercarse lo más posible hacia el castillo, pero el número de soldados se iba incrementando cada vez que avanzaba. Los tres jóvenes también trataban de hacerse paso para alcanzar a Sensui pero también les pasaba el mismo problema. Desesperado Sensui invocó un Reikou Resshu Kou Kyuu Ha para así derribar aquel cañón de un solo golpe. Sensui exclamó “¡Shigeru ahora sí se van a terminar tus jueguitos!” y disparó su poder espiritual a donde estaba el largo cañón; pero para sorpresa de todos, la ráfaga de energía violácea que disparó Sensui no llegó a tocar el cañón y se deshizo antes de alcanzarlo.
Shigeru rió triunfante de nuevo y les dijo “Pobres idiotas. ¿Es que acaso no saben que yo también puedo hacer uso de esos escudos?”. Siguió riendo y dijo ¡”No, es más mi seguridad es mucho mejor que la de ustedes, así que unos disparos más y de seguro dejará a Daichi en ruinas irreconocibles!”. Sensui apretó los puños y maldijo. Pero los tres gobernantes trataron de hacerse más hacia Sensui e Isamu le dijo “¡Amigo Shinobu no desesperes, aún hay oportunidad!”. “Es cierto” dijo Hiroshi “Talvez no podamos atacar el castillo desde aquí afuera, pero si entramos podremos destruirlo desde dentro”.
Sensui les preguntó “¿Y cómo es que haremos para atravesar la barrera?”. Entonces Kenshin sacó de su túnica un pequeños disco como de bronce y dijo “Amigo Shinobu no creas que veníamos tan desprevenidos a esta lucha”. “Así es esta vez no dejaremos que Shigeru se salga con la suya dijo Isamu. “Pero primero debemos acercarnos a la barrera” dijo Hiroshi. Sensui asintió y así los cuatro trataron de abrirse paso hacia donde empezaba la barrera usando sus poderes espirituales, pero los soldados seguían apareciendo y apareciendo. Kenshin dijo “No se suponía que fueran tantos los soldados”. Isamu dijo “Es cierto que nos superaban en número pero esto es demasiado”. Hiroshi agregó “Tienen razón algo muy raro está pasando”. Sensui dijo “Todo esto debe ser cosa de ese tal Shigeru. Debemos incrementar la fuerza de nuestros ataques”. Los tres hermanos asintieron, y aunque Sensui y ellos sabía que entre más fuerza usaran más rápidamente de debilitarían no tenía otra opción. En eso, Akira se acercó hacia ellos con un grupo de combatientes de Daichi y les dijo “¡Nosotros les ayudaremos a que se abran paso!”. Sensui y los tres jóvenes concordaron y con la ayuda que les había llegado pudieron llegar hasta el principio de la barrera.
Mientras tanto, Shigeru estaba desesperado y le decía a su soldado “¡Dispara de nuevo ese maldito cañón!”. Pero es soldado le dijo con voz temblorosa debido al terror que su amo inspiraba “Lo...lo siento amo...es que aunque el cañón es muy poderoso tarda unos cuantos minutos en alcanzar su nivel de energía entre descarga y descarga”. “¡Maldita pieza de basura!” dijo Shigeru cuando golpeaba de nuevos sus amos contra el balcón. En eso Shigeru miró hacia abajo y vio que los tres jóvenes y Sensui colocaban un disco de bronce sobre una parte de la barrera. Los ojos de Shigeru brillaron de furia cuando vio que una pequeña parte de la barrera se derretía y por ahí pasaron los tres jóvenes y Sensui.
Shigeru dijo muy enojado “¡Maldición!” y después le ordenó a su soldado “¡Pon ese cañón en modo automático que así ha de funcionar mejor que como un inútil como tú manejándolo!”. El soldado sólo le respondió “Co...como usted ordene mi amo”. Shigeru se metió al castillo y mientras pensaba con una sonrisa maligna sobre su cara “Esos malditos creen que por haber entrado al castillo podrán ganarme y destruir mis armas. Pero no saben lo que les tengo unas sorpresas para morirse. Jajajaja”.
CAPITULO 13: EL ATAQUE COMIENZA.
Shigeru estaba comiéndose a besos al youkai sobre la cama. Ahora Itsuki era su sirviente y acataría todas y cada una de las órdenes de Shigeru, sin importar que le ordenara matar a aquel cretino de Sensui. “Sensui” pensó Shigeru y de pronto se sintió entumecido. Sentía que a pesar de que había ganado control total sobre Itsuki, su victoria era vacía. ¿Pero por que se sentía vacía? No tenía sentido. Ahora el era el dueño absoluto del de ojos dorados. Pero aún así Shigeru sentía que le faltaba algo.
Shigeru dejó los labios de Itsuki para en seguida besar su cuello. Primero lo estaba haciendo de una forma seductora, pero conforme el nombre Sensui aparecía en su cabeza, Shigeru empezó a besar a Itsuki de manera posesiva en los labios y después bajó de nuevo hacia su cuello y comenzó a mordisquearlo con sus dientes; dejando así marcas rojas en el cuello del youkai como indicando que Itsuki era sólo y sólo de su propiedad.
Shigeru subió su mano izquierda hasta el hombro de Itsuki y comenzó a desabrochar la atadura derecha de la toga que llevaba puesta el youkai para luego acariciar su hombro desnudo. Ahora la toga de Itsuki era sostenida por la otra atadura que estaba sobre el hombro faltante. Pero medio pecho de Itsuki había sido expuesto a Shigeru y éste paró de atacar el cuello de Itsuki, quien ahora estaba jadeando, para a continuación recostar a Itsuki sobre la cama.
Shigeru tomó con su mano el pezón expuesto de Itsuki y lo acarició por unos instantes para después tomarlo entre sus labios y mordisquearlo. Itsuki se retorcía debajo de Shigeru gimiendo de placer. Shigeru estaba bastante contento por aquella reacción que consiguió arrancar del youkai. Shigeru estaba dejando marcas con sus dientes por todo el pecho de Itsuki a modo de indicación de que era suyo.
Shigeru estaba disfrutando mucho aquel momento, teniendo al indomable youkai a sus pies; pasando su lengua sobre aquella piel, sobre ese hermoso cuerpo que ahora no se resistía sus caricias y que al contrario las estaba disfrutando. Al menos eso parecía por los incesantes gemidos que emitía Itsuki por las ardientes y posesivas caricias de Shigeru.
Pero aún así el de ojos grises sentía que algo hacía falta. Por un momento la respuesta llegó a su cabeza. En ninguna ocasión de las que había estado con Itsuki éste había dicho su nombre. Ni siquiera incluso ahora que estaba delirando por el placer. Era cierto Itsuki jadeaba y gemía pero nunca decía “Shigeru”. Nunca lo dijo y no lo había dicho aún después de que Shigeru controlara su mente.
“¡Maldición!” Pensó Shigeru enojado. ¿Sería acaso que aún después del control mental el youkai no le perteneciera por completo? ¿Sensui seguiría siendo su dueño? ¿Tan falso era su triunfo?. “¡No, no imposible!” Pensaba el de ojos grises.
Shigeru repentinamente tomó a Itsuki violentamente de la parte posterior de su cabeza y le dijo “Así me gustas sumiso y obediente” y luego tomó sus labios en otro beso posesivo que incluso lastimó los del youkai haciéndolo sangran un poco en la comisura de su labio inferior izquierdo. Cuando terminó Shigeru lamió un poco de la sangre que le escurría a Itsuki y dándole una última mirada le dijo sonriente “Ahora sí vas a ser mío. Voy a penetrarte”.
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De las puertas del castillo Sakai estaban saliendo incontable número del soldados. Ahora Sensui podía ver a que referían los tres jóvenes cuando dijeron que eran superados en número. Y Sakai era por mucho más grande que aquel castillo donde Sensui e Itsuki se habían encontrado con los youkais torturados. Pero ni aun así en contra de toda esta adversidad, ni Sensui ni los hermanos estaban dispuestos a rendirse a Shigeru.
Otro ruido se escuchó, este era diferentes al que producían las enormes puertas de metal del castillo. Sensui se giró y vio aquel otro ruido era causado por las naves de Daichi que estaban llegando al lugar de la pelea. Una sonrisa asomó por el rostro de Sensui. Los tres jóvenes también se veían felices de ver que sus amigos estaban arribando.
Una a una las naves fueron aterrizando en el suelo. Las tropas comenzaron a emerger de ellas y Akira, quien portaba un arma las iba dirigiendo al frente. Entonces hubo un silencio e Isamu gritó “¡Shigeru estamos aquí los de Daichi para librar la última batalla! ¡Muéstrate para pelar!”. De nuevo otro silencio y en la torre más alta del castillo se pudo apreciar la figura de Shigeru quien lleva puesta una armadura negra con adornos bélicos dorados en ella.
Cuando apareció sus soldados dieron un grito a modo de saludo de su amo. Shigeru sonreía arrogante y desafiantemente, como menospreciando a los habitantes de Daichi que estaban ante él. Hiroshi se dio cuenta de la actitud de Shigeru y apretó sus puños mientras gruñía. Pero Kenshin puso una mano sobre su hombro para tratar de calmarlo.
Sensui miró fijamente a Shigeru. “¿Con que esta era la persona que había osado secuestrar a su Itsuki?” pensó Sensui muy molesto “Mas le vale no haber maltratado a Itsuki o si no entonces conocerá mi furia ciega”. Sensui le lanzó otra mirada penetrante al elegante Shigeru quien estaba observándolos desde la torre.
Entonces, Shigeru habló “Veo que al fin los cobardes de Daichi han salido para la pelea” usando un tono burlesco. Los soldados de Sakai empezaron a mofarse también. Cuando finalmente se callaron Isamu le contestó “Nosotros nunca te hemos tenido miedo Shigeru y te digo que ninguno de Daichi es un cobarde”. Shigeru seguía mirándolos petulante pero Isamu continuó diciendo “Sin embargo te propongo que terminemos con esta estupidez de una vez. Recapacita pues esta batalla y todas guerras anteriores han causado demasiado daño en ambas partes. No cometamos los mismo errores. Solamente traeremos dolor otra vez a ambas partes”.
“Ja, ja, ja” Shigeru se burló “Yo soy perfecto. No oses compararme con ustedes. Yo nunca cometo errores”. Entonces Hiroshi le dijo “¡No seas tonto ¿Qué acaso no vez la destrucción que hay ente tus ojos? Sólo mira las tierras devastadas que ahora son como un cementerio!”. Shigeru no cambió su posición y dijo “Yo sólo veo una tumba para todos los inútiles que murieron por inservibles”.
Ahora fue Kenshin enojado quien le dijo “¿Qué no tienes ni el más mínimo respeto por tus antiguos camaradas que murieron peleando por ti?”. Mas Shigeru le contestó “No sean tontos la piedad es para los débiles. Y todos esos cadáveres que están enterraros no fueron suficientemente fuertes como sobrevivir”. En seguida agregó “Y no necesito que tres mocosos que siempre andan pegados el uno al otro me digan lo que tengo que hacer. Su unión es lo que los hace débiles”.
Sensui estaba comenzando a enojarse mucho y sobra decir que Akira y las tropas de Daichi estaban más que furiosos de que Shigeru insultara a sus tres líderes. Akira y Sensui querían salir de inmediato a partirle la cara a Shigeru. Sin embargo los tres jóvenes mantuvieron al calma y dieron órdenes de no atacar aún. Entonces Isamu dijo “¡Eres in ignorante! Nuestros sentimientos son lo que nos hacen fuertes y te das cuenta de que el único débil eres tú! ¡Me das pena!”.
Ahora sí la cara de Shigeru mostró gran consternación por lo que Isamu le había dicho ¿Cómo se atrevía aquel mocoso a llamarlo débil, a él quien era perfecto y el más poderoso?. Ese mocoso era el que no sabía, pero Shigeru se los haría pagar tan insolencia. Por un momento los ojos de Shigeru desviaron su atención de los jóvenes, y fue cuando vio a un hombre de piel oscura y cabello negro. El seño de Shigeru se frunció enseguida y pensó “Éste tiene que ser. No hay nadie en este mundo con esas características físicas...Ese tiene que ser el maldito Shinobu Sensui”.
Shigeru abrió su boca para decir algo pero fue interrumpido por Sensui quien se le adelantó y levantó su brazo para señalar a Shigeru y así llamar su atención. Sensui dijo fuertemente para Shigeru lo escuchara “¡Tú! He escuchado que tienes prisionero a una persona que cayó por la grieta dimensional”. Sensui lo miró desafiantemente “Quiero que me lo devuelvas”. Aquello era como una orden así que ya se imaginarán cómo lo tomó el de ojos grises.
“¡Maldito insolente ¿Quién te crees que eres para hablarme así y darme órdenes?!”. Ahora fue Shigeru quien señaló s Sensui con su mano y le dijo “No eres más que escoria comparado conmigo”. Shigeru trató de calmarse un poco, bajó su mano y entonces dijo “Me he enterado de tú eres Sensui”. Shigeru se llevó la mano a su cintura y dijo “Veo que eres de lo más insignificante”. Eso enfureció mucho a Sensui pero hizo un intento de trasquilarse por el bien de Itsuki y en vez de contestarle a Shigeru dijo le exigió de nuevo “Te dije que me devolvieras a Itsuki”. Era como si hubiera llamas en los ojos de Sensui.
Shigeru quedó impresionado por esa mirada. Nunca nadie lo había mirado de aquella forma; estaba impactado por la fuerza que Sensui demostraba sólo con estar ahí desafiándolo. Pero por su puesto que Shigeru no iba a dejar demostrar eso. En cambio, el de ojos grises le dijo burlonamente “Sí, en efecto Itsuki, el hermoso animal exótico está conmigo. Pero déjame decirte que para nadie pienso dejártelo”. Luego Shigeru habló con desdén “A ti que no eres más que un vil insecto”.
Sensui estaba más molesto pero no era exactamente porque Shigeru lo había estado insultado, sino era por el hecho de que el tal cretino había llamado “Animal exótico” a su Itsuki y porque no pensaba dejar que Sensui lo salvara. Y mientras Sensui analizaba las intenciones de Shigeru detrás de eso de “Animal exótico”, éste le dijo “Tú no mereces a alguien como Itsuki y él se ha dado cuenta de esto. Es por eso, que él no quiere verte más y ha decidido ser mi amante y estar a mi lado en esta conquista”. Sensui no podía creer lo que escuchaba. Shigeru agregó muy sensualmente “Y él ha sido “mío” en todos los sentidos”.
Si Sensui pensó que estaba enojado, ahora sí que lo había cegado la ira. ¿Cómo era posible que ese mentecato le hubiera hecho esas cosas a Itsuki?. Claro que youkai era ciertamente hermoso y eso lo entendía Sensui, pero lo que no quería imaginarse era la forma en que Shigeru había poseído a Itsuki. Y aún sin quererlo una imagen mental, donde Shigeru estaba teniendo relaciones con Itsuki, llenó el cerebro de Sensui.
Kenshin percibió el cambio de ánimo en Sensui y trató de calmarlo diciéndole “No lo escuches amigo Shinobu, solamente está tratando de provocarte”. Sensui volteó a mirar al joven y de nuevo vio hacia Shigeru. Era muy tarde, Sensui ya había caído muy dentro de la rabia al saber lo que Shigeru le había a su youkai.
Sensui dijo enfurecido “¡Maldito! ¡Si te has atrevido a tocarlo entonces yo...!”. Shigeru lo interrumpió diciéndole “Necio ¿no entiendes que él es mío?. Olvídate de tus idioteces y vuelve al maldito agujero de donde hayas salido”. Isamu no confiaba en la respuesta tranquila de Sensui así él intervino para parar las provocaciones que estaba causando Shigeru y dijo “¡Basta ya Shigeru! ¡Será mejor que te retires y nos entregues al otro extranjero por las buenas!”. Pero nuevamente Shigeru de río de ellos y dijo “Ustedes estúpidos niños no pueden exigirme. Ustedes con su insulso llamado “ejército” mas ese inútil de Sensui que no puede ni igualar mi poder. Ja,ja,ja partita de inútiles”.
En seguida, Shigeru levantó su mano izquierda y gritó “¡A la carga mi ejército y maten a todos estos insolentes de una vez por todas!”. Y un gran número de soldados se lanzaron en contra de las tropas de Daichi. Cuando ambos bandos se encontraron violentamente parecían como si dos grandes olas de mar chocaran la una contra la otra, causando un gran estruendo para luego revolver sus aguas agitadas.
Los combatientes de Daichi no dudaron en sacar sus espadas a la orden de Akira quien era el encargado de dirigirlos, y los tres hermanos de ojos violeta saltaron desde la parte superior del vehículo y se unieron a la lucha al igual que Sensui.
Las tropas de Daichi estaban acomodadas más estratégicamente y eran más organizadas; así como sus armas se veían más sofisticadas que las que portaban los soldados de Sakai. Sin embargo los soldados de Sakai les eran muy superiores en número y sus técnicas de batalla eran las más violentas y salvajes, cuando daban un corte con sus espadas eran sinónimo de un corte mortal para quien lo recibía. En conclusión, estaban más preparados para las peleas.
A pesar de las malas circunstancias, nadie de Daichi dejaba avanzar a los de Sakai quien seguían tratando de diezmar a sus adversarios. Al momento que Sensui se unió a la pelea ni dudó en usar su impresionante poder espiritual. Primero concentró una gran esfera luminosa de energía espiritual. Sensui no iba a dura en empezar a utilizar su técnica Reikou Resshu Shi En Dan, así que cuando él tuvo le esfera completa le dio una patada con su pierna derecha. Era su una gran técnica cuando para esta pelea donde los superaban en número.
La bola de energía se dispersó en partes más pequeñas que salieron disparadas hacia diferentes direcciones acertando sobre muchos soldados de Sakai. pero algo no estaba del todo bien, Sensui se dio cuenta de ello cuando observó que su técnica podría haber no fue tan devastadora cono él pensó que sería. Los ojos del ex reikai tantei se agrandaron por la sorpresa y fue entonces, Sensui comprendió una cosa, que el material con el que estaban hechas las armaduras que usaban los soldados de Sakai estaba impidiendo que su técnica tuviera el efecto que Sensui deseaba.
“¡Sus armaduras están hechas para resistir casi cualquier ataque, pero no te desesperes amigo Shinobu ya que tarde o temprano sus armaduras se despedazaran si lo sigues intentando!”. Kenshin gritó desde el otro lado a Sensui mientras el mismo y sus hermanos trataban de esquivar los ataques de sus enemigos.
Una sonrisa astuta apareció en el rostro de Sensui mientras pensaba “¡Claro que no me voy a dar por vencido a causa de estos sujetos! ¡No importa cuanto me cueste, no voy a perder a Itsuki!”. Y de esa forma Sensui pareció recuperar sus ánimos invocando de nuevo otro Reikou Resshu Shi En Dan. De nuevo sus ataques fueron un tanto menguados por las armaduras de los soldados de Sakai; sin embargo esta vez Sensui vio que Kenshin tenía razón y sus armaduras comenzaban a desquebrajarse.
Shigeru quien continuaba observando la batalla desde su castillo se no veía para nada contento. Los tres hermanos, Isamu, Hiroshi y Kenshin estaban tratando de evadir los ataques enemigos que los superaban en número. Akira les gritaba a sus gobernantes “¡Mis señores! ¡Noooo! ¡Tengan mucho cuidado! Pero el mismo Akira no podía avanzar hasta donde sus señores se encontraban debido a que se encontraba luchando desesperadamente también.
Shigeru les gritó riendo “Isamu, Kenshin y Hiroshi realmente ustedes son los más patéticos de todo Daichi. Ja, ja, ja. Siempre juntos los tres hermanos. Son tan débiles que no sé cómo es que ustedes son los gobernantes. Ja, ja, ja. Esta vez los mataré para siempre y no podrán clonarlos de nuevo”. Sensui también trató de llegar al lado de los tres hermanos pero ya era muy tarde; ellos estaban rodeados por cientos de soldados de Sakai.
Los tres jóvenes de ojos violeta estaban de espaldas el uno con el otro, y así estando juntos Hiroshi dijo “Mis hermanos es el momento”. Isamu le respondió “Tienes razón”. Kenshin dijo “Muy bien hay que intentarlo”. Shigeru extendió su brazo y les ordenó a sus soldados “¡Acaben con esos inútiles mocosos de una vez!”. Los solados estaban listos para abalanzarse en contra de los tres jóvenes, sin embargo algo inesperado pasó. El rededor del cuerpo de Isamu comenzaron a aparecer varios puntos luminosos que se movían a su alrededor. Pero no sólo era él; rodeando el cuerpo de Hiroshi empezaron a emanar frías vibraciones, y alrededor del cuerpo de Kenshin una ráfaga de viento se movía.
Shigeru quedó sorprendido y exclamó “¡No puede ser, ese poder! ¡Yo acabé con esos poderes cuando exterminé a los hermanos originales!”. Sensui quien también se encontraba combatiendo giró su cabeza para ver a los jóvenes de ojos violetas cuando sintió el enorme poder espiritual que salía de ellos Akira hizo lo mismo que Sensui.
Las energías que circundaban a los jóvenes comenzaron a expandirse y empujaron hacia atrás a los soldados que los estaban atacando. Los soldados quedaron pasmados pero Shigeru gritó “¡No sean cobardes mátenlos!” y de nuevo los soldados, junto con otro gran número más de ellos se echaron encima de los tres hermanos. Akira pensó que eran demasiados soldados y que aunque sus señores había incrementado sus poderes, los de Sakai iban a aniquilarlos.
De pronto, los ojos de los tres hermanos brillaron más intensamente e Isamu exclamó “¡Hoshi!” y de las pequeñas estrellas que se bailaban a su alrededor se dispersaron y atacaron a una parte de los soldados que los tenían acorralados. Después, Hiroshi gritó “¡Yuki!” y de la tierra empezaron a brotar formaciones de hielo que iban derribando a otro tanto de los soldados. Y por último pero no por ello menos espectacular, Kenshin exclamó “¡Tsubasa!” y se creó un torbellino a su alrededor que mandó a volar a otros soldados.
Sensui y Akira se veían aliviados al ver que los hermanos estaban bien y que con ese incremento de poderes en su bando, también se incrementaban las oportunidades de vencer a Shigeru y a los demás de Sakai. Shigeru gruñó de furia y golpeó una mano contra la baranda de piedra del balcón donde se encontraba, ya que Shigeru no tenía pensado que esos malditos mocosos pudieran usar los poderes que los tres hermanos originales había usado antes, y lo que es más, es que parecía que esos poderes eran más fuertes que en el pasado.
Entonces, Shigeru gritó “¡Disparen el primer cañón! ¡Ahora!”. De la torre que se encontraba a la izquierda de Shigeru emergió un largo cañón metálico, toda una pieza de maquinaria de Sakai. Mientras Akira veía aquel cañón sus ojos reflejaron temor, y no estaba equivocado. Un solado de armadura negra apareció detrás del cañón para operarlo, Shigeru dijo “¡Malditos ahora si que me las van a pagar!”. Y con su mano dio la señal al soldado para que disparara.
Sensui vio que rápidamente, de la punta de aquella arma sofisticada, empezó a formarse una bola luminosa que luego se convirtió en un rayo que fue velozmente disparado hacia la dirección donde se encontraba Daichi. Los tres hermanos que seguían tratando de derribar cuanto soldado pudieran miraron con terror cuando el cielo sobre el campo de batalla fue atravesado por aquel rayo. El impresionante fenómeno solamente duró unos segundos, y otros segundos después se escuchó un gran retumbe.
Akira gritó desesperado “¡Yori!”. Aquel rayó había golpeado Daichi, más seguramente el edificio que se encontraban resguardando Yori y otros de Daichi, aquel edificio donde se almacenaban los datos genéticos de la población de Daichi. Shigeru estaba riendo como maniático y mucho más después de ver la caras pálidas de los combatientes de Daichi. Ahora era turno de Sensui para ponerse furioso, y mientras de los de Daichi parecían como petrificados por la conmoción, Sensui seguía combatiendo sin descanso usando su poder espiritual para poder abrirse paso entre los soldados y el castillo.
Aquel acto de Sensui hizo a los tres hermanos salir de su estupor e Isamu les gritó a las tropas “¡Compañeros no se detenga ahora aún no estamos derrotados!”. Luego Hiroshi dijo “¡Es cierto los que están en Daichi debieron de haber activado los escudos que protegen a la ciudad!”. Ante esas palabras los combatientes de Daichi parecieron recuperar sus ánimos y siguieron luchando valientemente. Pero Akira que era quien estaba al rente de las tropas aún parecía ensimismado, sus pensamientos dirigidos hacia su amado Yori. Luego Kenshin le dijo “¡Amigo Akira sé que Yori aún debe estar bien, así que no debemos dejar que disparen más veces ese cañón o si no entonces sí caerán los escudos de Daichi y todo se perderá!”. Isamu agregó “Tiene razón. Akira gran amigo debemos pedirte un gran favor, por Daichi y también por Yori”. Hiroshi dijo “¡Nosotros nos encargaremos del cañón y tú dirige las tropas!”.
Akira pensó que sus señores tenían razón, ahora no era el momento para dejarse vencer, debía seguir luchando por Daichi y por Yori pasara lo que pasara, porque si no entonces no habría futuro para ellos, para nadie. Akira les dijo a sus señores “¡Así lo haré mis señores!” y con eso empezó a dirigir a las tropas de Daichi y a hacer uso de sus estrategias.
Sensui trataba de acercarse lo más posible hacia el castillo, pero el número de soldados se iba incrementando cada vez que avanzaba. Los tres jóvenes también trataban de hacerse paso para alcanzar a Sensui pero también les pasaba el mismo problema. Desesperado Sensui invocó un Reikou Resshu Kou Kyuu Ha para así derribar aquel cañón de un solo golpe. Sensui exclamó “¡Shigeru ahora sí se van a terminar tus jueguitos!” y disparó su poder espiritual a donde estaba el largo cañón; pero para sorpresa de todos, la ráfaga de energía violácea que disparó Sensui no llegó a tocar el cañón y se deshizo antes de alcanzarlo.
Shigeru rió triunfante de nuevo y les dijo “Pobres idiotas. ¿Es que acaso no saben que yo también puedo hacer uso de esos escudos?”. Siguió riendo y dijo ¡”No, es más mi seguridad es mucho mejor que la de ustedes, así que unos disparos más y de seguro dejará a Daichi en ruinas irreconocibles!”. Sensui apretó los puños y maldijo. Pero los tres gobernantes trataron de hacerse más hacia Sensui e Isamu le dijo “¡Amigo Shinobu no desesperes, aún hay oportunidad!”. “Es cierto” dijo Hiroshi “Talvez no podamos atacar el castillo desde aquí afuera, pero si entramos podremos destruirlo desde dentro”.
Sensui les preguntó “¿Y cómo es que haremos para atravesar la barrera?”. Entonces Kenshin sacó de su túnica un pequeños disco como de bronce y dijo “Amigo Shinobu no creas que veníamos tan desprevenidos a esta lucha”. “Así es esta vez no dejaremos que Shigeru se salga con la suya dijo Isamu. “Pero primero debemos acercarnos a la barrera” dijo Hiroshi. Sensui asintió y así los cuatro trataron de abrirse paso hacia donde empezaba la barrera usando sus poderes espirituales, pero los soldados seguían apareciendo y apareciendo. Kenshin dijo “No se suponía que fueran tantos los soldados”. Isamu dijo “Es cierto que nos superaban en número pero esto es demasiado”. Hiroshi agregó “Tienen razón algo muy raro está pasando”. Sensui dijo “Todo esto debe ser cosa de ese tal Shigeru. Debemos incrementar la fuerza de nuestros ataques”. Los tres hermanos asintieron, y aunque Sensui y ellos sabía que entre más fuerza usaran más rápidamente de debilitarían no tenía otra opción. En eso, Akira se acercó hacia ellos con un grupo de combatientes de Daichi y les dijo “¡Nosotros les ayudaremos a que se abran paso!”. Sensui y los tres jóvenes concordaron y con la ayuda que les había llegado pudieron llegar hasta el principio de la barrera.
Mientras tanto, Shigeru estaba desesperado y le decía a su soldado “¡Dispara de nuevo ese maldito cañón!”. Pero es soldado le dijo con voz temblorosa debido al terror que su amo inspiraba “Lo...lo siento amo...es que aunque el cañón es muy poderoso tarda unos cuantos minutos en alcanzar su nivel de energía entre descarga y descarga”. “¡Maldita pieza de basura!” dijo Shigeru cuando golpeaba de nuevos sus amos contra el balcón. En eso Shigeru miró hacia abajo y vio que los tres jóvenes y Sensui colocaban un disco de bronce sobre una parte de la barrera. Los ojos de Shigeru brillaron de furia cuando vio que una pequeña parte de la barrera se derretía y por ahí pasaron los tres jóvenes y Sensui.
Shigeru dijo muy enojado “¡Maldición!” y después le ordenó a su soldado “¡Pon ese cañón en modo automático que así ha de funcionar mejor que como un inútil como tú manejándolo!”. El soldado sólo le respondió “Co...como usted ordene mi amo”. Shigeru se metió al castillo y mientras pensaba con una sonrisa maligna sobre su cara “Esos malditos creen que por haber entrado al castillo podrán ganarme y destruir mis armas. Pero no saben lo que les tengo unas sorpresas para morirse. Jajajaja”.