Itsuki y Sensui
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Spanish › Anime
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Disclaimer:
I do not own the anime/manga that this fanfiction is written for, nor any of the characters from it. I do not make any money from the writing of this story.
Llegada al gran salón
Advertencia: este es un fic del género yaoi, ya saben relación hombre con hombre. Y quiero aclarar que no saco ganancias con esta historia. No son de mi propiedad Itsuki ni Sensui, ni ninguno de los personajes de YuYuHakusho, pero todos los demás personajes y lugares son de mi propia creación. Bueno eso es todo así que a leer el fic : )
CAPITULO 15: LLEGADA AL GRAN SALÓN.
Una gran explosión se escuchó, y también se escuchó que una gran parte de la gran muralla del castillo se había caído junto con otra gran parte de éste. Sensui quien estaba yendo deprisa por un corredor del castillo detuvo sus pasos por un momento cuando sintió el gran choque de energías espirituales, y después de eso, sintió como las energías espirituales de los tres jóvenes también desaparecían. “¡Maldición!” pensó Sensui mientras apretaba sus puños en frustración, y por un momento se sintió debatido entre girarse y volver por donde había entrado, para ayudar a los tres jóvenes, o entre avanzar lo más rápido posible y llegar hasta donde estaban Shigeru e Itsuki.
Entonces una voz le dijo “¿Así que piensas huir de mí cobarde?”. Sensui se puso alerta y sus ojos recorrían el gran pasillo en busca de la ubicación de Shigeru; éste dijo de nuevo “¿Con que pensando en escapar de mí eh?”. Sin embargo Sensui gritó “¡Muy bien sabes que no es así maldito, muéstrate!”. Sensui no podía encontrar donde estaba Shigeru exactamente, así que intentó buscarlo rastreando su poder espiritual; pero nada, nada pasaba. Algo extraño había en ese castillo que interfería con la energía espiritual de Sensui, quien por más que trataba no lograba enfocarse bien.
La vez se Shigeru se oyó de nuevo “Jajaja, es inútil que vayas a ayudar a esos malditos mocosos. Ya están muertos”. Por su voz se podía decir fácilmente que Shigeru estaba disfrutando la situación, sentía la victoria en sus manos. Sensui sólo gruñó enfurecido, y Shigeru dijo “Pero no te preocupes que yo te mandaré a donde están ellos, y tampoco que te preocupes por tu querido Itsuki que yo cuidaré muy bien de él, y me ayudará a abrir puerta a otras dimensiones para saquear otros mundos”.
“Itsuki nunca te ayudará a hacer lo que quieres” le dijo Sensui. “Claro que lo hará ya que él es mío y vive para complacerme”. Sensui estaba más que enojado, pero antes de que pudiera responder, Shigeru dijo “Pero bueno, sino me crees, entonces te reto a que llegues a la sala donde se encuentra mi trono y él mismo te lo dirá. Solamente tienes que seguir derecho por este pasillo”. Sensui sabía que no podía perder tiempo, aunque deseara mucho regresar y ayudar a los tres hermanos y a los demás en el campo de batalla.
Sensui sabía que si no avanzaba entonces todos sus esfuerzos serían en vano. Así es, todos habían sido capaces de llegar hasta este punto ayudándose los unos a los otros; cada quien hacía lo que podía, los mismos jóvenes de ojos violetas se lo había dicho “Sigue adelante”, y eso es lo que haría, esta era la batalla decisiva para todos. Para Daichi significaba su libertad y su existencia, y para Sensui era devolverles el favor a los de Daichi que lo habían ayudado tanto, y por supuesto, también rescatar a su amado Itsuki y no volver a perderlo jamás, porque Itsuki lo era todo para él, siempre lo supo desde el momento en que conoció a Itsuki.
Sensui, esperando que todos se encontraran bien, se dirigió a todo prisa hacia aquella sala donde se encontraría con Shigeru. Aquel pasillo le parecía eterno a Sensui, sentía como si no fuera a alcanzar la salida, pero en eso dentro de una delas paredes apareció una gran hacha que rozó a Sensui el brazo derecho. Sensui dio un salto veloz para esquivarla antes de que lo lastimara más, pero cuando Sensui aterrizó, otra hacha gigante osciló de nuevo delante de él, y así siguieron apareciendo más y más de esas letales armas, oscilando a lo largo del pasillo.
“Por supuesto” pensó Sensui “Ese tal Shigeru no iba a dejármelo fácil...Pero no me rendiré, tengo que encontrar a Itsuki”. Sensui llevó su mano hacia su herida y se dio cuenta de que no era algo grave, aunque sí lo había cortado la enorme hacha; pero debía seguir hacia delante a como diera lugar. Así que Sensui respiró hondo y divisó todas las hachas que pudo, entonces vio que su oscilación era muy rápida.
Sensui pensó en hacer un gran disparo de energía espiritual, pero luego pensó que no sabía en que parte exacta del castillo donde estaba Itsuki, y si es que disparaba su poder, entonces todas la hachas podrían salir volando hacia el final del castillo y herir a Itsuki si es que se encontraba en al cámara donde terminaba aquel corredor. No, el no podía arriesgarse y lastimar a Itsuki; Sensui sabía bien que el youkai no era débil, pero no sabía en que condiciones Shigeru lo tenía. Por lo que Sensui decidió mejor observar más cuidadosamente el ritmo del movimiento de las hachas.
Unos segundos fueron suficientes para que Sensui pudiera detectar una abertura que se producía entre las gigantescas hachas cada vez que oscilaban. Sensui tomó la arriesgada decisión y fue así que empezó a correr rápidamente entre las afiladas hachas. El ex detective corría hábilmente esquivando las mortales armas. Corría y corría y cada vez se hacía más difícil el llegar hacia al final del pasillo, porque las hachas que no había alcanzo a ver Sensui, se movían a un ritmo diferente de las primeras. De pronto, una de las afiladas armas alcanzó a cortar un poco de la pierna izquierda de Sensui, pero éste no detuvo su carrera. Sin embargo sus movimiento se hicieron un tanto imprecisos.
Sensui seguía corriendo y al fin ya pudo ver en la distancia la salida del corredor, por lo que corrió con todas sus fuerzas. Sus brazo y su pierna sangraban, sin embargo Sensui seguía corriendo, ya faltaba poco y había descifrado el momento exacto de la abertura entre la nueva serie de hachas. A Sensui solamente le faltaba cruzar por una de las armas cuando ésta última cambió su posición de derecha a izquierda y apuntó su filo hacia Sensui para embestirlo.
Rápidamente Sensui saltó hacia arriba para esquivar el filo, pero fue un poco tarde y el hacha alcanzó a cortarlo un poco sobre el pecho. Sin embargo Sensui impulsó su cuerpo hacia delante y así cayó sobre el piso en el final del pasillo. Sensui trató de incorporarse, estaba sangrando de la pierna, el brazo y el pecho. La heridas no era muy profundas, pero había algo que hacía que Sensui no se sintiera bien. Cuando Sensui se puso de pie se dio cuenta de que estaba en la cámara principal del castillo. El lugar era enorme y el techo muy alto, la sala estaba hecha de piedra oscura. En los pilares había estandartes con imágenes de animales, en grabados que se veían muy antiguos.
Sensui miró hacia abajo, estaba parado sobre una alfombra roja que iba hacia delante. Y cuando él miró hacia el frente vio que Shigeru estaba sentado con una desafiante sonrisa en un enorme trono, también hecho de piedra negra. Los ojos de Sensui se abrieron por la enorme sorpresa que le produjo cuando vio a Itsuki, quien se encontraba a los pies de Shigeru y su cabeza recargada sobre las piernas de éste. Shigeru acariciaba el suave cabello del youkai mientras éste se dejaba hacer todo, como si fuera un tierno y sumiso gatito.
Itsuki tenía una sonrisa sobre su rostro, pero sus ojos se veían como perdidos; parecía como que habían perdido algo de su brillo dorado. Shigeru, viendo la sorpresa en Sensui, dijo “Veo que estás sorprendido, veo que ahora sí me crees”. Pero Sensui seguía ahí petrificado, pareciera que ni siquiera había escuchado las palabras de Shigeru, pero luego de unos segundos de estupor, Sensui reaccionó “Itsuki” dijo casi como un susurro, sin embargo el de ojos dorados parecía ausente.
“Ja ja” se burló Shigeru de Sensui, “Te dije que él era mío que no tenía ojos para nadie más”. Pero Sensui no se tragó esas palabras e insistió en llamar al youkai. Después, Sensui llamó al youkai y le dijo “Itsuki” “He venido a rescatarte”, “Salgamos de aquí, es muy peligroso” pero Shigeru le respondió “¿Rescatar? ¿Qué acaso no puedes ver que Itsuki no quiero y no necesita ser rescatado?”. En eso, Shigeru empezó a acariciar el pecho de Itsuki, y luego puso su mano sobre el broche de su traje en el hombro y lo deshizo para poder así revelar parte del pecho de Itsuki. La mano de Shigeru seguía acariciando insistentemente al youkai quien se veía deleitado por las caricias que le propiciaba el otro.
Sensui no lo podía creer, no podía creer que ese sujeto estuviera tocando a su gusto a Itsuki y que éste no hiciera nada para detenerlo, al contrario, se dejaba hacer todo lo que Shigeru le hacía. Sensui miró mejor el pecho de Itsuki debido a que Shigeru había quitado el broche del hombro izquierdo en las vestiduras de Itsuki, y Sensui pudo ver que el pecho de éste estaba cubierto de marcas rojizas de dientes y besos que seguramente habían sido dejadas por Shigeru. Luego, Shigeru con su otra mano comenzó a acariciar el hombro de Itsuki y retiró un poco de cabello que tapaba el cuello del de ojo dorados. Sensui también vio que las marcas de pasión había sido dejadas ahí también.
Sensui tuvo miedo, temió que tal vez lo que había dicho Shigeru todo ese tiempo fuera verdad; que Itsuki lo había escogido al de ojos grises. Shigeru sintió la inseguridad que invadía a Sensui y pensó que eso era algo bueno, ya que desde que se lo había encontrado, Sensui no había hecho más que desafiarlo y ser insolente ante él. Así que Shigeru le dijo a Sensui “¿Con que viniste a llevarte a Itsuki a tu lado no?, pero dime ¿Por qué es que Itsuki querría irse con alguien como tú que ni siquiera lo ha besado y mucho menos lo ha poseído?”. Shigeru empezó a abrochar de nuevo la parte superior del traje de Itsuki, ya que había cumplido su objetivo, que Sensui mirara las marcas dejadas por su pasión hacia Itsuki.
Sensui salió de su trance y sus ojos oscuros miraron desafiantes a Shigeru, entonces le dijo “Puede que tengas razón. He sido un ciego, solamente me había percatado de mi dolor, solamente me había preocupado por mi dolor sin darme cuenta realmente de que Itsuki siempre estuvo a mi lado. Él siempre me estuvo apoyando y sin su ayuda seguramente yo me hubiera hundido en la oscuridad por siempre”. Sensui levantó su mano derecha y apretó su puño, entonces dijo “Pero ahora no voy a dejar que eso suceda, no voy a permitir que Itsuki me sea arrebatado. Esta vez pelearé por él hasta dar mi vida si es necesario, y le diré que lo amo”.
Shigeru rodeó con su brazo la cintura de Itsuki y lo hizo que se pusiera de pie junto con él, después con su otra mano apuntó hacia Sensui y le dijo “Pero que torpe ¿Crees que podrás vencerme?. Pero cumpliré tu deseo, dejaré que mueras en mis manos, pero nunca podrás decirle a Itsuki que lo amas, porque yo controlo ahora su mente y su corazón, y tu voz jamás será capaz de llegar hasta él, no importa cuanto grites, jajaja”. Luego, Shigeru le dijo orgullosamente “¿Vez estas hermosas joyas que Itsuki lleva puestas?”.
Sensui miró a Itsuki y vio que el youkai traía puestos unos brazaletes dorados sobre sus muñecas y sobre sus tobillos, además de una gargantilla sobre su cuello, todas estas joyas tenían piedras preciosas incrustadas. Por ultimo, sobre su cabeza, llevaba una tiara dorada como las que llevaban los tres Noris cuando peleaban en contra de los tres jóvenes de ojos violetas.
“Pues no son solamente adornos para esta hermosa criatura, sino que también sirve para ejercer mi poder sobre de él, y si tratas de retirárselas, entonces Itsuki morirá” continuó Shigeru . Sensui se puso furioso y apretó sus puños “¡Maldito!” le dijo a Shigeru. pero este se limitó a sonreír maquiavélicamente.
De pronto, Sensui sintió que su visión se volvió borrosa, y empezó a perder el equilibrio, sólo que al instante trató de recuperarlo, estaba tomando con su mano su brazo herido, por donde corría sangre al igual que por sus otras heridas. “¿Te sientes mal?” Shigeru se burló, “Se debe a que las hachas que te atacaron estaban.... digamos... envenenadas, jajaja”. Sensui realmente no se estaba sintiendo bien, sin embargo hacía el mayor esfuerzo por sostenerse en pie y no perder el sentido.
“Seguro que anteriormente también has tratado de sentir mi presencia en este castillo para poder localizarme y por su puesto que no fuiste capaz de lograrlo ¿No es así?”. Shigeru soltó la cintura de Itsuki y empezó a avanzar hacia donde estaba Sensui, luego le dijo “Pues déjame decirte que eso se debe al que el material del que está construido este castillo, así como sus murallas y patios, disminuye los poderes espirituales. Claro que los que vivimos dentro de él, estamos acostumbrados a sus efectos y ya no nos afecta...Pero ti ya esos tres mocosos que se atrevieron a entrar...bueno ya sabes, jeje. ¿Comprendes que en mis territorios no tienen oportunidad alguna de vencerme? Ni tú, ni esos estúpidos mocosos, ni su débil ejército hecho de civiles”.
Sensui seguía tratando de mantenerse entero, y pensó que Shigeru lo iba a atacar cuando estuviera muy cerca de él. El de ojos grises se detuvo y desenvainó su espada. Sensui se estaba preparando para recibir el ataque de Shigeru, pero éste volteó hacia donde estaba Itsuki y dijo “Mi precioso animal exótico”. “¿Sí mi amo?” Le dijo Itsuki. “Dime ¿Tú crees que este hombre que está parado frente a mí, este hombre que nunca te ha tocado siquiera, tiene algún sentimiento romántico hacia ti?” preguntó Shigeru.
Itsuki miró por un breve momento a Sensui con sus ojos dorados, que se veían un tanto borrosos, después respondió “No sé...no creo...realmente no me interesa”. Al escuchar esas palabras, de aquella forma, de la boca de Itsuki, Sensui sintió algo que pensó era la emoción más devastadora que podría haber sentido jamás. Sintió como si su corazón estuviera hecho de cristal, y hubiera sido arrojado fuertemente contra el piso. Ni siquiera, en ninguna de sus batallas, había Sensui sentido un dolor como aquel que le recorría el alma.
La sonrisa de Shigeru se hizo más grande, una sonrisa de victoria al ver como algo dentro de Sensui era destrozado. Pareciera como si a los ojos del ex detective espiritual, les hubiera sido arrebatados el brillo de la vida. Sí, Shigeru pensó que había acertado al pensar que el punto débil de Sensui era Itsuki. Ya tenía la batalla ganada. Aprovechando que Sensui estaba sumido en puro dolor, de un rápido movimiento Shigeru insertó la punta de su sable en el hombro izquierdo de Sensui, éste gritó de dolor, un grito que Itsuki escuchó en su mente como si fuera muy, muy lejano; luego Shigeru sacó su arma del hombro de Sensui.
Shigeru preparó otro ataque, esta vez dirigido a su pecho, pero enorme fue la sorpresa de Shigeru cuando escuchó el sonido de dos objetos metálicos chocando; su sable fue detenido por una hoja dorada de una fina katana. Sensui había desenvainado el arma que le había sido dada por Makoto. Shigeru hizo su sable hacia atrás y exclamó “¡Maldición, no puede ser otra vez esa maldita katana!” y lleno de furia miró as Sensui. “No creas que aunque tengas esa inútil arma podrás vencerme” le dijo Shigeru.
Sensui solamente le devolvió la mirada con sus ojos llenos de dolor, pero ahora ardiendo de enojo. A lo que Shigeru le dijo “Ya veo que no piensas rendirte aún después de haber oído lo que Itsuki piensa sobre ti”. Shigeru retrocedió unos pasos, pero Sensui seguía sosteniendo la katana en espera de otro ataque.
A continuación, Shigeru le dijo al youkai “Mi precioso animal exótico, ven hacia aquí”. Itsuki hizo como Shigeru le dijo, y éste le extendió su brazo con el que cargaba el sable, que era toda una obra de forjadura. Después, el de ojos plateados le dijo “Quiero que tomes este sable y que con él mates a este estúpido hombre llamado Sensui”.
Para sorpresa de Sensui, Itsuki que tomó el sable de la mano de Shigeru entre las suyas, apuntándolo hacia Sensui. Luego, Itsuki dio “Como usted ordene amo” y si más se dejo ir con una gran rapidez sobre de Sensui. El ex detective estaba más que atónito, siendo atacado por la persona quien tanto le importaba. Shigeru llanamente estaba complacido de que su esclavo mental atacara a ese fastidioso hombre.
Itsuki estaba peleando muy bien con el sable, no por nada había sobrevivido en mundo tan hostil como lo era el Makai. Claro que Sensui era un excelente guerrero, pero solamente trataba de desviar los ataques sin herir al youkai en el proceso. No, definitivamente no podría atacar al de ojos dorados y lastimarlo. Sin embargo, la ferocidad por parte de los embates que propinaba el youkai, aumentaba cada vez más. “Itsuki detente, yo no quiero pelear contigo, el enemigo es Shigeru, ¡Despierta por favor Itsuki!. Yo preferiría morir antes que lastimarte”. “No te preocupes así será, tú morirás primero” le dijo Shigeru divertido.
Mientras Sensui se defendía le dijo a Shigeru “¡Maldito cobarde ¿Tienes que esconderte detrás de Itsuki para poder ganarme?!”. Pero Shigeru ni siquiera se ofendió por las palabras de Sensui, en cambio, mirando entretenido el combate le contestó “Tú me llamas cobarde, pero el fin justifica los medios, yo en cambio lo llamo ser inteligente”.
“¡Estúpido, eso no es inteligencia, es pura y vil cobardía!”. Cada vez más a Sensui le costaba trabajo poder defenderse solamente. Sensui se estaba debilitando más y más conforme el tiempo pasaba. Sus heridas sangrando y el veneno recorriendo su cuerpo, sin mencionar que su poder espiritual se veía disminuido por el castillo.
Sensui iba avanzando hacia atrás, pero de pronto vio borroso y tropezó debido a la debilidad. Sensui cayó al piso y soltó la katana. Quedó expuesto al ataque de Itsuki. Viendo a Sensui en el piso, el youkai levantó con ambas manos el sable sobre su cabeza, para así darle el golpe final a Sensui.
Sensui paró de luchar, entonces cerró sus ojos, sonrió y dijo suavemente “Está bien Itsuki, si esto es realmente lo que quieres, entonces no te detendré. Itsuki yo solamente quiero que seas feliz, y si para eso tengo que dar mi vida, entonces que sea de esa forma”. El gran salón quedó en silencio, Shigeru estaba ansioso por ver cómo el de ojos dorados acabaría de un golpe a Sensui, y éste estaba sobre el piso esperando su final.
Pasaron unos pocos segundos y el youkai no se movía de aquella posición. Una gran furia empezó a levantarse dentro de Shigeru ¿Por qué era que su mascota no lo obedecía?. Sensui abrió lentamente sus ojos y vio a los ojos de Itsuki. Sensui vio los mismo ojos que el conoció tiempo atrás; sí, aquellos ojos dorados habían vuelto a la normalidad. El control que Shigeru tenía sobre el youkai se estaba desvaneciendo.
Se escuchó el sonido del metal chocando contra el piso. Itsuki había dejado caer el sable y bajó sus brazos. Entonces, como en un susurró dijo “Shinobu”. Una enorme alegría invadió por completo a Sensui. Después, Itsuki, con los ojos llorosos, se abalanzó sobre el caído Sensui y lo abrazó fuertemente, y Sensui abrazó de vuelta al youkai inmediatamente. Itsuki escondió su rostro en el cuello de Sensui mientras le decía “No, esto no es lo que quiero , perdóname por favor Shinobu...yo no quería lastimarte”. Sensui llevó su mano derecha sobre la cabeza de Itsuki y lo acarició suavemente mientras le decía dulcemente al oído “No tienes porque disculparte, esto no ha sido tu culpa”.
Su grato momento fue interrumpido por un grito de furia que provenía desde donde estaba observándolos Shigeru. Entonces, éste gritó “¡Que venga el jefe de los científicos ahora!”. El piso del gran salón empezó a retumbar. Itsuki y Sensui interrumpieron su abrazo y veían hacia todas partes para poder ver que era lo que causaba ese temblor, y delante del trono de piedra empezó a emerger un arma que era como otro cañón, pero este era más pequeño que el Shigeru había usado para destruir a Daichi, y también su forma era un tanto distinta.
Junto al cañón se encontraba el jefe de los científicos a quien le inspiró terror la mirada que ahora su amo llevaba. Shigeru le dijo “¡Incrementa el nivel de control mental al máximo!”. “Cómo usted ordene amo” respondió el científico, y de la bolsa de su bata sacó un pequeño aparato, donde con un botón indico que los niveles de control mental se incrementaran.
Sensui gritó “¡No!” e Itsuki se puso de pie y se llevó ambas manos hacia su cabeza, mientras gritaba de dolor. Sentía que su cabeza le estallaría en ese mismo momento. el youkai trataba de librarse del control metal, e intentó quitarse la tiara dorada, pero esta estaba como incrustada en su cabeza, en sus órganos. Sensui trató de ponerse de pie, pero solamente logró caer de rodillas al piso, luego fue que Shigeru dijo “Es inútil que trates de librarte del control mental, no puedes arrancarte la tiara porque está conectada a tu cerebro”.
Sensui alcanzó la katana dorada y trató de incorporarse usándola como apoyo. Después, empezó a dirigirse lo más rápido que puedo, que era mucho debido a su terrible estado, hacia donde se encontraba el científico para así poder quitar le control. Pero Shigeru se dio cuenta de sus intenciones y fue mucho más rápido que Sensui y llegó al lado del científico. Luego, le arrebató el control de las manos, y mirando despiadadamente a Sensui, destruyó el control con su mano. El aparato quedó hecho añicos y Shigeru dijo “Ahora mi animal exótico es mío y sólo mío, jajaja.”
Un terrible sentimiento se apoderó de Sensui, y después volvió su cara para mirar hacia donde estaba el youkai. Sensui quedó impactado de la mirada que tenía Itsuki, sus ojos habían perdido definitivamente todo brillo, y ahora eran fríos y duros como el acero; su mirada se había tornado cruel e indiferente.
CAPITULO 15: LLEGADA AL GRAN SALÓN.
Una gran explosión se escuchó, y también se escuchó que una gran parte de la gran muralla del castillo se había caído junto con otra gran parte de éste. Sensui quien estaba yendo deprisa por un corredor del castillo detuvo sus pasos por un momento cuando sintió el gran choque de energías espirituales, y después de eso, sintió como las energías espirituales de los tres jóvenes también desaparecían. “¡Maldición!” pensó Sensui mientras apretaba sus puños en frustración, y por un momento se sintió debatido entre girarse y volver por donde había entrado, para ayudar a los tres jóvenes, o entre avanzar lo más rápido posible y llegar hasta donde estaban Shigeru e Itsuki.
Entonces una voz le dijo “¿Así que piensas huir de mí cobarde?”. Sensui se puso alerta y sus ojos recorrían el gran pasillo en busca de la ubicación de Shigeru; éste dijo de nuevo “¿Con que pensando en escapar de mí eh?”. Sin embargo Sensui gritó “¡Muy bien sabes que no es así maldito, muéstrate!”. Sensui no podía encontrar donde estaba Shigeru exactamente, así que intentó buscarlo rastreando su poder espiritual; pero nada, nada pasaba. Algo extraño había en ese castillo que interfería con la energía espiritual de Sensui, quien por más que trataba no lograba enfocarse bien.
La vez se Shigeru se oyó de nuevo “Jajaja, es inútil que vayas a ayudar a esos malditos mocosos. Ya están muertos”. Por su voz se podía decir fácilmente que Shigeru estaba disfrutando la situación, sentía la victoria en sus manos. Sensui sólo gruñó enfurecido, y Shigeru dijo “Pero no te preocupes que yo te mandaré a donde están ellos, y tampoco que te preocupes por tu querido Itsuki que yo cuidaré muy bien de él, y me ayudará a abrir puerta a otras dimensiones para saquear otros mundos”.
“Itsuki nunca te ayudará a hacer lo que quieres” le dijo Sensui. “Claro que lo hará ya que él es mío y vive para complacerme”. Sensui estaba más que enojado, pero antes de que pudiera responder, Shigeru dijo “Pero bueno, sino me crees, entonces te reto a que llegues a la sala donde se encuentra mi trono y él mismo te lo dirá. Solamente tienes que seguir derecho por este pasillo”. Sensui sabía que no podía perder tiempo, aunque deseara mucho regresar y ayudar a los tres hermanos y a los demás en el campo de batalla.
Sensui sabía que si no avanzaba entonces todos sus esfuerzos serían en vano. Así es, todos habían sido capaces de llegar hasta este punto ayudándose los unos a los otros; cada quien hacía lo que podía, los mismos jóvenes de ojos violetas se lo había dicho “Sigue adelante”, y eso es lo que haría, esta era la batalla decisiva para todos. Para Daichi significaba su libertad y su existencia, y para Sensui era devolverles el favor a los de Daichi que lo habían ayudado tanto, y por supuesto, también rescatar a su amado Itsuki y no volver a perderlo jamás, porque Itsuki lo era todo para él, siempre lo supo desde el momento en que conoció a Itsuki.
Sensui, esperando que todos se encontraran bien, se dirigió a todo prisa hacia aquella sala donde se encontraría con Shigeru. Aquel pasillo le parecía eterno a Sensui, sentía como si no fuera a alcanzar la salida, pero en eso dentro de una delas paredes apareció una gran hacha que rozó a Sensui el brazo derecho. Sensui dio un salto veloz para esquivarla antes de que lo lastimara más, pero cuando Sensui aterrizó, otra hacha gigante osciló de nuevo delante de él, y así siguieron apareciendo más y más de esas letales armas, oscilando a lo largo del pasillo.
“Por supuesto” pensó Sensui “Ese tal Shigeru no iba a dejármelo fácil...Pero no me rendiré, tengo que encontrar a Itsuki”. Sensui llevó su mano hacia su herida y se dio cuenta de que no era algo grave, aunque sí lo había cortado la enorme hacha; pero debía seguir hacia delante a como diera lugar. Así que Sensui respiró hondo y divisó todas las hachas que pudo, entonces vio que su oscilación era muy rápida.
Sensui pensó en hacer un gran disparo de energía espiritual, pero luego pensó que no sabía en que parte exacta del castillo donde estaba Itsuki, y si es que disparaba su poder, entonces todas la hachas podrían salir volando hacia el final del castillo y herir a Itsuki si es que se encontraba en al cámara donde terminaba aquel corredor. No, el no podía arriesgarse y lastimar a Itsuki; Sensui sabía bien que el youkai no era débil, pero no sabía en que condiciones Shigeru lo tenía. Por lo que Sensui decidió mejor observar más cuidadosamente el ritmo del movimiento de las hachas.
Unos segundos fueron suficientes para que Sensui pudiera detectar una abertura que se producía entre las gigantescas hachas cada vez que oscilaban. Sensui tomó la arriesgada decisión y fue así que empezó a correr rápidamente entre las afiladas hachas. El ex detective corría hábilmente esquivando las mortales armas. Corría y corría y cada vez se hacía más difícil el llegar hacia al final del pasillo, porque las hachas que no había alcanzo a ver Sensui, se movían a un ritmo diferente de las primeras. De pronto, una de las afiladas armas alcanzó a cortar un poco de la pierna izquierda de Sensui, pero éste no detuvo su carrera. Sin embargo sus movimiento se hicieron un tanto imprecisos.
Sensui seguía corriendo y al fin ya pudo ver en la distancia la salida del corredor, por lo que corrió con todas sus fuerzas. Sus brazo y su pierna sangraban, sin embargo Sensui seguía corriendo, ya faltaba poco y había descifrado el momento exacto de la abertura entre la nueva serie de hachas. A Sensui solamente le faltaba cruzar por una de las armas cuando ésta última cambió su posición de derecha a izquierda y apuntó su filo hacia Sensui para embestirlo.
Rápidamente Sensui saltó hacia arriba para esquivar el filo, pero fue un poco tarde y el hacha alcanzó a cortarlo un poco sobre el pecho. Sin embargo Sensui impulsó su cuerpo hacia delante y así cayó sobre el piso en el final del pasillo. Sensui trató de incorporarse, estaba sangrando de la pierna, el brazo y el pecho. La heridas no era muy profundas, pero había algo que hacía que Sensui no se sintiera bien. Cuando Sensui se puso de pie se dio cuenta de que estaba en la cámara principal del castillo. El lugar era enorme y el techo muy alto, la sala estaba hecha de piedra oscura. En los pilares había estandartes con imágenes de animales, en grabados que se veían muy antiguos.
Sensui miró hacia abajo, estaba parado sobre una alfombra roja que iba hacia delante. Y cuando él miró hacia el frente vio que Shigeru estaba sentado con una desafiante sonrisa en un enorme trono, también hecho de piedra negra. Los ojos de Sensui se abrieron por la enorme sorpresa que le produjo cuando vio a Itsuki, quien se encontraba a los pies de Shigeru y su cabeza recargada sobre las piernas de éste. Shigeru acariciaba el suave cabello del youkai mientras éste se dejaba hacer todo, como si fuera un tierno y sumiso gatito.
Itsuki tenía una sonrisa sobre su rostro, pero sus ojos se veían como perdidos; parecía como que habían perdido algo de su brillo dorado. Shigeru, viendo la sorpresa en Sensui, dijo “Veo que estás sorprendido, veo que ahora sí me crees”. Pero Sensui seguía ahí petrificado, pareciera que ni siquiera había escuchado las palabras de Shigeru, pero luego de unos segundos de estupor, Sensui reaccionó “Itsuki” dijo casi como un susurro, sin embargo el de ojos dorados parecía ausente.
“Ja ja” se burló Shigeru de Sensui, “Te dije que él era mío que no tenía ojos para nadie más”. Pero Sensui no se tragó esas palabras e insistió en llamar al youkai. Después, Sensui llamó al youkai y le dijo “Itsuki” “He venido a rescatarte”, “Salgamos de aquí, es muy peligroso” pero Shigeru le respondió “¿Rescatar? ¿Qué acaso no puedes ver que Itsuki no quiero y no necesita ser rescatado?”. En eso, Shigeru empezó a acariciar el pecho de Itsuki, y luego puso su mano sobre el broche de su traje en el hombro y lo deshizo para poder así revelar parte del pecho de Itsuki. La mano de Shigeru seguía acariciando insistentemente al youkai quien se veía deleitado por las caricias que le propiciaba el otro.
Sensui no lo podía creer, no podía creer que ese sujeto estuviera tocando a su gusto a Itsuki y que éste no hiciera nada para detenerlo, al contrario, se dejaba hacer todo lo que Shigeru le hacía. Sensui miró mejor el pecho de Itsuki debido a que Shigeru había quitado el broche del hombro izquierdo en las vestiduras de Itsuki, y Sensui pudo ver que el pecho de éste estaba cubierto de marcas rojizas de dientes y besos que seguramente habían sido dejadas por Shigeru. Luego, Shigeru con su otra mano comenzó a acariciar el hombro de Itsuki y retiró un poco de cabello que tapaba el cuello del de ojo dorados. Sensui también vio que las marcas de pasión había sido dejadas ahí también.
Sensui tuvo miedo, temió que tal vez lo que había dicho Shigeru todo ese tiempo fuera verdad; que Itsuki lo había escogido al de ojos grises. Shigeru sintió la inseguridad que invadía a Sensui y pensó que eso era algo bueno, ya que desde que se lo había encontrado, Sensui no había hecho más que desafiarlo y ser insolente ante él. Así que Shigeru le dijo a Sensui “¿Con que viniste a llevarte a Itsuki a tu lado no?, pero dime ¿Por qué es que Itsuki querría irse con alguien como tú que ni siquiera lo ha besado y mucho menos lo ha poseído?”. Shigeru empezó a abrochar de nuevo la parte superior del traje de Itsuki, ya que había cumplido su objetivo, que Sensui mirara las marcas dejadas por su pasión hacia Itsuki.
Sensui salió de su trance y sus ojos oscuros miraron desafiantes a Shigeru, entonces le dijo “Puede que tengas razón. He sido un ciego, solamente me había percatado de mi dolor, solamente me había preocupado por mi dolor sin darme cuenta realmente de que Itsuki siempre estuvo a mi lado. Él siempre me estuvo apoyando y sin su ayuda seguramente yo me hubiera hundido en la oscuridad por siempre”. Sensui levantó su mano derecha y apretó su puño, entonces dijo “Pero ahora no voy a dejar que eso suceda, no voy a permitir que Itsuki me sea arrebatado. Esta vez pelearé por él hasta dar mi vida si es necesario, y le diré que lo amo”.
Shigeru rodeó con su brazo la cintura de Itsuki y lo hizo que se pusiera de pie junto con él, después con su otra mano apuntó hacia Sensui y le dijo “Pero que torpe ¿Crees que podrás vencerme?. Pero cumpliré tu deseo, dejaré que mueras en mis manos, pero nunca podrás decirle a Itsuki que lo amas, porque yo controlo ahora su mente y su corazón, y tu voz jamás será capaz de llegar hasta él, no importa cuanto grites, jajaja”. Luego, Shigeru le dijo orgullosamente “¿Vez estas hermosas joyas que Itsuki lleva puestas?”.
Sensui miró a Itsuki y vio que el youkai traía puestos unos brazaletes dorados sobre sus muñecas y sobre sus tobillos, además de una gargantilla sobre su cuello, todas estas joyas tenían piedras preciosas incrustadas. Por ultimo, sobre su cabeza, llevaba una tiara dorada como las que llevaban los tres Noris cuando peleaban en contra de los tres jóvenes de ojos violetas.
“Pues no son solamente adornos para esta hermosa criatura, sino que también sirve para ejercer mi poder sobre de él, y si tratas de retirárselas, entonces Itsuki morirá” continuó Shigeru . Sensui se puso furioso y apretó sus puños “¡Maldito!” le dijo a Shigeru. pero este se limitó a sonreír maquiavélicamente.
De pronto, Sensui sintió que su visión se volvió borrosa, y empezó a perder el equilibrio, sólo que al instante trató de recuperarlo, estaba tomando con su mano su brazo herido, por donde corría sangre al igual que por sus otras heridas. “¿Te sientes mal?” Shigeru se burló, “Se debe a que las hachas que te atacaron estaban.... digamos... envenenadas, jajaja”. Sensui realmente no se estaba sintiendo bien, sin embargo hacía el mayor esfuerzo por sostenerse en pie y no perder el sentido.
“Seguro que anteriormente también has tratado de sentir mi presencia en este castillo para poder localizarme y por su puesto que no fuiste capaz de lograrlo ¿No es así?”. Shigeru soltó la cintura de Itsuki y empezó a avanzar hacia donde estaba Sensui, luego le dijo “Pues déjame decirte que eso se debe al que el material del que está construido este castillo, así como sus murallas y patios, disminuye los poderes espirituales. Claro que los que vivimos dentro de él, estamos acostumbrados a sus efectos y ya no nos afecta...Pero ti ya esos tres mocosos que se atrevieron a entrar...bueno ya sabes, jeje. ¿Comprendes que en mis territorios no tienen oportunidad alguna de vencerme? Ni tú, ni esos estúpidos mocosos, ni su débil ejército hecho de civiles”.
Sensui seguía tratando de mantenerse entero, y pensó que Shigeru lo iba a atacar cuando estuviera muy cerca de él. El de ojos grises se detuvo y desenvainó su espada. Sensui se estaba preparando para recibir el ataque de Shigeru, pero éste volteó hacia donde estaba Itsuki y dijo “Mi precioso animal exótico”. “¿Sí mi amo?” Le dijo Itsuki. “Dime ¿Tú crees que este hombre que está parado frente a mí, este hombre que nunca te ha tocado siquiera, tiene algún sentimiento romántico hacia ti?” preguntó Shigeru.
Itsuki miró por un breve momento a Sensui con sus ojos dorados, que se veían un tanto borrosos, después respondió “No sé...no creo...realmente no me interesa”. Al escuchar esas palabras, de aquella forma, de la boca de Itsuki, Sensui sintió algo que pensó era la emoción más devastadora que podría haber sentido jamás. Sintió como si su corazón estuviera hecho de cristal, y hubiera sido arrojado fuertemente contra el piso. Ni siquiera, en ninguna de sus batallas, había Sensui sentido un dolor como aquel que le recorría el alma.
La sonrisa de Shigeru se hizo más grande, una sonrisa de victoria al ver como algo dentro de Sensui era destrozado. Pareciera como si a los ojos del ex detective espiritual, les hubiera sido arrebatados el brillo de la vida. Sí, Shigeru pensó que había acertado al pensar que el punto débil de Sensui era Itsuki. Ya tenía la batalla ganada. Aprovechando que Sensui estaba sumido en puro dolor, de un rápido movimiento Shigeru insertó la punta de su sable en el hombro izquierdo de Sensui, éste gritó de dolor, un grito que Itsuki escuchó en su mente como si fuera muy, muy lejano; luego Shigeru sacó su arma del hombro de Sensui.
Shigeru preparó otro ataque, esta vez dirigido a su pecho, pero enorme fue la sorpresa de Shigeru cuando escuchó el sonido de dos objetos metálicos chocando; su sable fue detenido por una hoja dorada de una fina katana. Sensui había desenvainado el arma que le había sido dada por Makoto. Shigeru hizo su sable hacia atrás y exclamó “¡Maldición, no puede ser otra vez esa maldita katana!” y lleno de furia miró as Sensui. “No creas que aunque tengas esa inútil arma podrás vencerme” le dijo Shigeru.
Sensui solamente le devolvió la mirada con sus ojos llenos de dolor, pero ahora ardiendo de enojo. A lo que Shigeru le dijo “Ya veo que no piensas rendirte aún después de haber oído lo que Itsuki piensa sobre ti”. Shigeru retrocedió unos pasos, pero Sensui seguía sosteniendo la katana en espera de otro ataque.
A continuación, Shigeru le dijo al youkai “Mi precioso animal exótico, ven hacia aquí”. Itsuki hizo como Shigeru le dijo, y éste le extendió su brazo con el que cargaba el sable, que era toda una obra de forjadura. Después, el de ojos plateados le dijo “Quiero que tomes este sable y que con él mates a este estúpido hombre llamado Sensui”.
Para sorpresa de Sensui, Itsuki que tomó el sable de la mano de Shigeru entre las suyas, apuntándolo hacia Sensui. Luego, Itsuki dio “Como usted ordene amo” y si más se dejo ir con una gran rapidez sobre de Sensui. El ex detective estaba más que atónito, siendo atacado por la persona quien tanto le importaba. Shigeru llanamente estaba complacido de que su esclavo mental atacara a ese fastidioso hombre.
Itsuki estaba peleando muy bien con el sable, no por nada había sobrevivido en mundo tan hostil como lo era el Makai. Claro que Sensui era un excelente guerrero, pero solamente trataba de desviar los ataques sin herir al youkai en el proceso. No, definitivamente no podría atacar al de ojos dorados y lastimarlo. Sin embargo, la ferocidad por parte de los embates que propinaba el youkai, aumentaba cada vez más. “Itsuki detente, yo no quiero pelear contigo, el enemigo es Shigeru, ¡Despierta por favor Itsuki!. Yo preferiría morir antes que lastimarte”. “No te preocupes así será, tú morirás primero” le dijo Shigeru divertido.
Mientras Sensui se defendía le dijo a Shigeru “¡Maldito cobarde ¿Tienes que esconderte detrás de Itsuki para poder ganarme?!”. Pero Shigeru ni siquiera se ofendió por las palabras de Sensui, en cambio, mirando entretenido el combate le contestó “Tú me llamas cobarde, pero el fin justifica los medios, yo en cambio lo llamo ser inteligente”.
“¡Estúpido, eso no es inteligencia, es pura y vil cobardía!”. Cada vez más a Sensui le costaba trabajo poder defenderse solamente. Sensui se estaba debilitando más y más conforme el tiempo pasaba. Sus heridas sangrando y el veneno recorriendo su cuerpo, sin mencionar que su poder espiritual se veía disminuido por el castillo.
Sensui iba avanzando hacia atrás, pero de pronto vio borroso y tropezó debido a la debilidad. Sensui cayó al piso y soltó la katana. Quedó expuesto al ataque de Itsuki. Viendo a Sensui en el piso, el youkai levantó con ambas manos el sable sobre su cabeza, para así darle el golpe final a Sensui.
Sensui paró de luchar, entonces cerró sus ojos, sonrió y dijo suavemente “Está bien Itsuki, si esto es realmente lo que quieres, entonces no te detendré. Itsuki yo solamente quiero que seas feliz, y si para eso tengo que dar mi vida, entonces que sea de esa forma”. El gran salón quedó en silencio, Shigeru estaba ansioso por ver cómo el de ojos dorados acabaría de un golpe a Sensui, y éste estaba sobre el piso esperando su final.
Pasaron unos pocos segundos y el youkai no se movía de aquella posición. Una gran furia empezó a levantarse dentro de Shigeru ¿Por qué era que su mascota no lo obedecía?. Sensui abrió lentamente sus ojos y vio a los ojos de Itsuki. Sensui vio los mismo ojos que el conoció tiempo atrás; sí, aquellos ojos dorados habían vuelto a la normalidad. El control que Shigeru tenía sobre el youkai se estaba desvaneciendo.
Se escuchó el sonido del metal chocando contra el piso. Itsuki había dejado caer el sable y bajó sus brazos. Entonces, como en un susurró dijo “Shinobu”. Una enorme alegría invadió por completo a Sensui. Después, Itsuki, con los ojos llorosos, se abalanzó sobre el caído Sensui y lo abrazó fuertemente, y Sensui abrazó de vuelta al youkai inmediatamente. Itsuki escondió su rostro en el cuello de Sensui mientras le decía “No, esto no es lo que quiero , perdóname por favor Shinobu...yo no quería lastimarte”. Sensui llevó su mano derecha sobre la cabeza de Itsuki y lo acarició suavemente mientras le decía dulcemente al oído “No tienes porque disculparte, esto no ha sido tu culpa”.
Su grato momento fue interrumpido por un grito de furia que provenía desde donde estaba observándolos Shigeru. Entonces, éste gritó “¡Que venga el jefe de los científicos ahora!”. El piso del gran salón empezó a retumbar. Itsuki y Sensui interrumpieron su abrazo y veían hacia todas partes para poder ver que era lo que causaba ese temblor, y delante del trono de piedra empezó a emerger un arma que era como otro cañón, pero este era más pequeño que el Shigeru había usado para destruir a Daichi, y también su forma era un tanto distinta.
Junto al cañón se encontraba el jefe de los científicos a quien le inspiró terror la mirada que ahora su amo llevaba. Shigeru le dijo “¡Incrementa el nivel de control mental al máximo!”. “Cómo usted ordene amo” respondió el científico, y de la bolsa de su bata sacó un pequeño aparato, donde con un botón indico que los niveles de control mental se incrementaran.
Sensui gritó “¡No!” e Itsuki se puso de pie y se llevó ambas manos hacia su cabeza, mientras gritaba de dolor. Sentía que su cabeza le estallaría en ese mismo momento. el youkai trataba de librarse del control metal, e intentó quitarse la tiara dorada, pero esta estaba como incrustada en su cabeza, en sus órganos. Sensui trató de ponerse de pie, pero solamente logró caer de rodillas al piso, luego fue que Shigeru dijo “Es inútil que trates de librarte del control mental, no puedes arrancarte la tiara porque está conectada a tu cerebro”.
Sensui alcanzó la katana dorada y trató de incorporarse usándola como apoyo. Después, empezó a dirigirse lo más rápido que puedo, que era mucho debido a su terrible estado, hacia donde se encontraba el científico para así poder quitar le control. Pero Shigeru se dio cuenta de sus intenciones y fue mucho más rápido que Sensui y llegó al lado del científico. Luego, le arrebató el control de las manos, y mirando despiadadamente a Sensui, destruyó el control con su mano. El aparato quedó hecho añicos y Shigeru dijo “Ahora mi animal exótico es mío y sólo mío, jajaja.”
Un terrible sentimiento se apoderó de Sensui, y después volvió su cara para mirar hacia donde estaba el youkai. Sensui quedó impactado de la mirada que tenía Itsuki, sus ojos habían perdido definitivamente todo brillo, y ahora eran fríos y duros como el acero; su mirada se había tornado cruel e indiferente.