Fuego de Noche, Nieve de Día

Capítulo 2.

• Y por ahora, no tenemos planeado ningún cambio de jugadores.- anunció el directivo del Hamburgo.
• ¿Qué hay del rumor de que Genzo Wakabayashi se irá para el Bayern Munich?.- preguntó un reportero.
• Es solo eso: un rumor.- replicó el directivo.- Aunque quien mejor que Genzo para desmentir este hecho.

Se hizo un murmullo general cuando el portero se dispuso a tomar el micrófono. Genzo divisó a lo lejos a Schneider, quien lo miraba con cierta sorna.

• Son solo falsos rumores los que dicen que me iré al Bayern Munich.- anunció Genzo, con serenidad.- Nunca se he me ha hecho una oferta, y aun cuando se me hiciera, dudo mucho que la aceptara.
• ¿Y por qué no, señor Wakabayashi?.- quiso saber otra reportera, una rubia.- ¿No le llegan al precio?
• No se trata de eso.- replicó Genzo, molesto.- No se trata de dinero, sino de amor a la camiseta.

Más comentarios y murmullos generales. Lily, quien al principio estaba con la vista clavada en el portero, se distrajo con un movimiento sospechoso ocurrido a unos cuantos metros de ella. Un grupo de camareros hablaban en voz baja y señalaban hacia Sakai. Lily se puso en alerta; se suponía que era su deber proteger al portero, o para eso le estaban pagando.

• Discúlpame un segundo.- le dijo Lily a Sakai.- Iré al tocador a retocarme.
• Claro.- Sakai asintió con la cabeza.

“Mujeres, no pueden dejar de arreglarse”, pensó Sakai. Lily, aprovechando la distracción general, se acercó con cautela al grupo de camareros, los cuales estaban hablando en ruso. A la muchacha se le hizo bastante sospechoso que en Alemania hubiera gente hablando ruso, a menos que fueran parientes de la Czorja, cosa que Lily dudaba mucho. Uno de ellos vio a la mexicana y frunció el ceño.

• ¿Se le ofrece algo?.- preguntó el hombre, en un impecable alemán.
• Una copa de champaña, por favor.- Lily inmediatamente usó su técnica de despiste, al portarse como una mujer coqueta.- Si me hace el favor...
• Con gusto.- respondió el camarero.

Otra cosa sospechosa. ¿Qué clase de camarero sabría hablar ruso y alemán? En fin, Lily se encargaría de eso después. Quizás debería decirle a Sakai que...

• Deja de andar en el más allá.- la reconvino Genzo, en esos momentos.
• ¿No estabas en tu conferencita, mintiéndole a los reporteros?.- gruñó Lily.
• Yo no miento.- Genzo se sintió indignado.
• “El Bayern nunca me ha hecho una oferta”.- arremedó Lily.- Antes no te mordiste la lengua.
• ¿Y a ti que te importa?.- protestó Genzo.
• ¿Y a ti que te importa si ando en la baba?.- replicó Lily.- Déjame cumplir con mi trabajo en paz.

En ese momento, el camarero llevó a Lily la copa de champaña. Genzo notó que el hombre tenía un bulto sospechoso bajo la chaqueta, como si se tratara de un arma. El portero se puso muy serio.

• Tú también lo notaste, ¿cierto?.- musitó Lily.- Mantén los ojos abiertos. Iré a buscar a mi protegido.

Genzo estuvo a punto de reclamarle. Lily no era nadie para decirle que mantuviera los ojos abiertos. Sin embargo, él se quedó momentáneamente idiotizado por el vaivén de las caderas de la muchacha.

• Se te van a ir los ojos.- comentó Taro Misaki, a sus espaldas.
• Se le irán los ojos a tu abuela.- gruñó Genzo.
• ¿Sigues llevándote mal con esa chica?.- preguntó Misaki.
• ¿Sigues acostándote con mi hermana?.- gruñó Wakabayashi.
• Yo no dije nada... .- murmuró Taro, dándose la vuelta y marchándose por donde llegó.

Ya era bien conocido por todos que Alexandra Wakabayashi era amante de Taro Misaki; en realidad, a nadie le importaba mucho esto, ni siquiera a Genzo, pero por supuesto que le habría importado a Akira Wakabayashi, quien no habría dudado en mandar castrar al pobre Taro.

Sea como fuere, la cena transcurrió sin muchas novedades, excepto por el hecho de que a Tanya se le cayó una aceituna en el escote y Ken se apresuró a sacársela sin miramientos de ningún tipo. Sakai y Lily charlaban, y el joven se comía con los ojos a la muchacha y no le despegaba la mirada del atrevido escote. Taro acariciaba a Alex, por no decir que la manoseaba, por debajo de la mesa. Kenji y Vicky habían desaparecido por quien sabe donde.

• Es aburrido no traer pareja.- Touya se desperezó.- Nada más porque Hotaru no quiso venir...
• E hizo bien.- replicó Genzo.- ¿Para qué quiere estar metida en estos trotes? Estas conferencias de prensa son auténticas pérdidas de tiempo.
• Y eso, que son tuyas.- se mofó Touya.- Qué dirías de ellas si no lo fueran.

Genzo notó de reojo que Lily se levantaba de su asiento y aparentemente se dirigía al baño. Sin embargo, la chica se desvió en el último momento hacia la cocina y se metió sigilosamente a ella.

“¿Qué hace?”, se preguntó Genzo. “¡Van a descubrirla!”.

El portero se puso de pie y siguió a la chica hasta la cocina, no sin fijarse que nadie lo mirara. Claro, a esas alturas la fiesta/conferencia de prensa ya se había convertido también en algo similar a una orgía... Sea como fuere, Genzo entró y vio a Lily agachada detrás de un anaquel de metal que contenía lechugas. La abertura del muslo del vestido se había abierto y mostraba una de las bellas y bien torneadas piernas de la mexicana, en cuyo muslo llevaba una arma pequeña. Genzo, después de mirar esa apetecible extremidad, se acercó a Lily con cautela.

• Van a atraparte, estúpida.- gruñó Genzo, enojado.
• ¿Qué haces aquí?.- preguntó Lily, visiblemente enojada.
• Vine a seguirte.- replicó Genzo.- Solo a ti se te ocurre entrar a la cocina y dejar al descubierto que traes un arma.

Lily, en vez de replicar, se quedó callada, con los músculos en tensión. Después, empujó a Genzo detrás del anaquel y pegó su cuerpo al de él. Genzo no entendió de momento qué estaba ocurriendo, solo se dio cuenta de que las bubies de Lily estaban a punto de salirse de su vestido.

• Viene alguien.- dijo Lily, en voz muy, muy baja.

Genzo escuchó, efectivamente, que varias voces masculinas que hablaban en ruso (un idioma que él no dominaba), pasaban muy cerca de ellos. Un hombre se detuvo abruptamente y olfateó el aire.

• Huele a mujer.- comentó el hombre, en alemán.
• Es tu maldito perfume.- gruñó Genzo a Lily.- Nos va a delatar...
• Bésame.- dijo ella.
• ¿Qué?.- Wakabayashi creyó no haber oído bien.
• Bésame.- repitió la chica.

Y sin esperar a que el portero dijera nada más, Lily le echó los brazos al cuello y lo besó muy apasionadamente. Genzo captó tardíamente la idea, pero abrazó a Lily por la cintura y le correspondió el beso. La chica empezó entonces a acariciarle pecho y la espalda. Genzo entonces bajó sus manos hasta el trasero de la chica y le acarició la espalda desnuda. La pareja estaba enfrascada en un besuqueo/manoseo vehemente cuando los camareros los encontraron.

• Está prohibido estar aquí.- gritó el camarero que había percibido el perfume de Lily.- ¿Cómo entraron?
• Por la puerta.- suspiró Genzo, al separarse de Lily.
• Perdón, solo buscábamos un sitio a solas.- Lily esbozó una sonrisilla de vergüenza.- Ustedes saben, un lugar donde estar más cómodos...
• Pues aquí no se puede estar.- replicó el hombre.- Si quieren darse un revolcón, vayan a las habitaciones de arriba.
• Ah, ¿hay habitaciones aquí?.- preguntó Lily, con total inocencia.
• Por supuesto. Es éste un hotel, señorita.- gruñó el hombre.- Váyanse o tendré que llamar a los guardias.
• Ya, perdónennos.- Lily soltó una risilla.- Ven, mi amor, busquemos una buena cama.

            Genzo salió casi arrastrado por Lily. Los camareros miraron a la pareja con sospecha.

• Hay que seguirlos.- gruñó un camarero, en ruso.
• Hay que buscar una habitación.- le susurró Lily a Genzo, por lo bajo.
• ¿Qué dices?.- exclamó Genzo.
• Baja la voz, el camarero nos va a seguir.- replicó Lily.- Tendremos que buscar una habitación para despistar...

Los dos jóvenes empezaron a subir las imponentes escaleras que conducían al segundo piso y a las habitaciones. El camarero, sin embargo, les dio alcance y los sorprendió.

• Puedo darles una habitación, si quieren.- dijo el hombre.- Tengo acceso a todos los cuartos.
• Me parece muy bien.- respondió Genzo.- Apenas y puedo contener las ganas.

Eso era parcialmente cierto. El besuqueo en la cocina despertaron en Genzo las ganas de hacerle el amor a Lily hasta desfallecer. Se suponía que él la detestaba, pero había que reconocer que la chica tenía un cuerpo fabuloso que no se preocupaba por ocultar. Lily, por su parte, no dijo nada y se limitó a repegar su cuerpo al del portero. Quizás estaba actuando, quizás era en parte real, pero la chica se veía tan excitada como él.

• Pueden usar ésta.- el camarero abrió la puerta.- Es solo mientras dura la fiesta, si quieren más tiempo, tienen que pagar cargo extra.
• Está bien, gracias.- replicó Genzo.- Con esto nos bastará.
• Hay vodka, whisky y tequila en el minibar.- anunció el camarero.- Disfruten su estancia.

El hombre cerró la puerta. Lily miró hacia todos lados y vio cámaras en el techo.

• Nos están vigilando.- murmuró la chica, al tiempo que se acercaba a Genzo para abrazarlo.
• Todo por tu culpa.- gruñó Genzo, tomando a Lily por los brazos.- ¿No podías esperar?
• ¿Vas a recriminarme o vas a ayudarme a buscar una manera de salir?.- replicó la chica.
• Esperan que tengamos sexo, o sospecharán.- repuso Genzo.
• ¿Y cuál es el problema?.- Lily se separó de Genzo y se llevó las manos al cierre de su vestido.

Con un movimiento rápido, la chica se bajó el cierre y su vestido cayó al suelo, quedando completamente desnuda. Genzo se quedó sin aliento por un momento; él nunca había visto a Lily desnuda y la verdad era que su cuerpo lo dejó sin palabras; sus muslos eran tersos, su abdomen plano y sus senos erguidos, además de que su piel se veía tersa y suave. Lily caminó hacia la cama y se acostó en ella, metiéndose bajo las sábanas. Genzo no era tan estúpido como para dejar pasar tal oportunidad y también se desvistió. Lily contempló el cuerpo del portero, desde su pecho musculoso hasta su abdomen firme, su espalda ancha y sus brazos fuertes. Cuando Genzo se metió en la cama con Lily, ella notó que el miembro de él estaba erecto.

• ¿Qué tan real quieres que lo hagamos?.- preguntó Genzo, acostándose encima de Lily.

Lily no supo qué hacer, sintió sobre su cuerpo el calor y la fortaleza del cuerpo de Genzo, y él sentía el calor de ella. Ambos, al saber que estaban a solas, desnudos y en la misma cama, se sintieron tremendamente excitados, y más por el hecho de saber que quizás estaban observándolos. Genzo besó a Lily con pasión y de inmediato los dos perdieron el control. Se convirtieron simplemente en dos personas que deseaban amar sus cuerpos hasta el final.

Genzo comenzó a besarle a Lily el cuello y sus manos acariciaron los senos de la chica, su espalda, sus brazos de seda. Lily le lamía los lóbulos de las orejas a Genzo, acariciaba su pecho musculoso y su nuca, haciendo que se le erizara el cabello.

• Nos están observando.- murmuró Lily, en una pausa, al ver que la puerta del cuarto se entreabría y las cámaras los enfocaban.
• Pues entonces hay que dar un buen espectáculo.- replicó Genzo, acariciando el cuerpo de la joven con desesperación.

Él comenzó a besarle los senos a la chica, haciendo que ella gimiera y se retorciera de placer. El deseo había llegado al máximo y entonces Genzo penetró a Lily; ella se arqueó hacia atrás al sentirlo dentro de ella, y entonces él comenzó a hacerle el amor de una forma frenética. Ambos jadeaban, gemían y susurraban palabras, cada uno en su propio idioma. Genzo no podía, ni quería, recordar cuándo fue la última vez que sintió tanto placer... Lily estaba perdida en su mundo de sensaciones y de sentimientos, dejando que él la hiciera suya hasta el fin... Al final, ambos alcanzaron el éxtasis, aunque no al mismo tiempo pero eso era lo que menos importaba. Una vez pasada la excitación del primer momento, ambos se miraron a los ojos, muy sorprendidos.

• Esto fue bastante real.- musitó Lily.

Ella empujó a Genzo hacia un lado y se bajó de la cama, apresurándose a vestirse. Genzo se quedó por unos momentos mirando las cámaras del techo, repitiéndose a sí mismo que lo que acababa de hacer era simplemente por su trabajo...

• Démonos prisa.- Lily ya se había vuelto a poner el vestido, aunque se dejó el cabello suelto.- La fiesta está por concluir.
• Lo sé.- replicó Genzo, empezando a vestirse.

El nudo de la corbata le causó al portero muchos problemas; Lily se acercó y se lo acomodó con presteza.

• Hombres.- suspiró Lily.- No pueden ni hacer un simple nudo.
• ¿Y desde cuando está en tus habilidades el saber hacer nudos de corbata?.- cuestionó Genzo.

Lily no respondió, ya que ella lo miró a los ojos, causando que los rostros de ambos quedaran muy cerca, demasiado cerca... Lily terminó con la corbata y se hizo para atrás.

• Vámonos ya, que han de estar preguntando por nosotros.- dijo Lily, sin mirar a Genzo.

Wakabayashi suspiró y siguió a la chica. A las afueras de la habitación, el camarero los miró a ambos con malicia.

• ¿Les gustó el lugar?.- preguntó el hombre.

Genzo miró a Lily alejarse, altiva y orgullosa como siempre, y sonrió.

• Más de lo que cree.- respondió Genzo.

Pero no era momento para distraerse. Había algo raro en ese sitio y debían descubrirlo.