Eyes on Me
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Disclaimer:
I do not own the games(s) that this fanfiction is written for, nor any of the characters from it. I do not make any money from the writing of this story.
Eyes on Me
Nota: Este fanfic fue inspirado en una imagen que encontre en la red una vez.
==================================================================================
Las estrellas brillaban intensamente en el cielo, en el oscuro cielo, parecía que era la primera vez que salían... que brillaban de esa forma.
El Balamb Garden se movía despacio por las tranquilas aguas, mientras el viendo causaba leves olas que mojaban la parte inferior del garden, donde todo era fiesta y felicidad... la pesadilla recién había terminado. The Sorcceress había sido derrotada, el fluido del tiempo no los afecto... “Matron” Edea, esta con bien... y Squall y Rinoa... continuaban compartiendo un beso, el primer beso que ambos recibían de parte del otro, por lo que ambos habían esperado mucho tiempo. El rose delicado de sus labios unidos y la forma en que sus lenguas se probaban, con tacto y sencillez. Sin embargo, iba cargado de la ternura y del deseo que ambos se habían forjado hacia el otro.
El tiempo no importaba, no existía. El embriagante sabor de ambos se fundía, mezclándose, y no les dejaba saber cual era el sabor de quien, pero era tan sublime y delicioso, que comenzaban a pensar que ningún otro sabor en este mundo, o en el otro,
podría compararse. Sentían que podían pasar el resto de la eternidad así... corazón con corazón, manos unidas, labios compartiendo todo y nada..
Despacio, como si fuera doloroso o la despedida mas grande, sus labios se separaron, pero sus cuerpos seguían juntos...abrazados. Los dedos entrelazados, tejiéndose con fuerza, intentando no separarse.
La calidez de los cuerpos aumentaba, como si fueran radiados por la mas fuerte luz del sol, su calidez...
“Te amo” Susurró ella, finalmente, después de un incómodo silencio. Y mi9entras lo hacía buscó los ojos de su amado, de su amado león...
Squall sonrío levemente, mientras su rostro relajado expresaba todos sus sentimientos, y acepto con un movimiento de cabeza; acto seguido la besó de nuevo, un beso corto y dulce en los labios que apenas dejaba probar un poco del néctar anterior...
“Te amo, Rinoa” Murmuró mientras llevaba la suave mano de ella a su pecho, donde se encontraba su corazón, el corazón que ella había robado...
Lágrimas fueron llamadas a los hermosos ojos negros de Rinoa, quien no podía decidir que sentimiento embargaba su corazón, se hacía amo de él, dolía... pero a la vez era tan hermoso y perfecto.
“Ven...” Le sugirió ella y tomándolo de una mano y lo llevó consigo, a través de la fiesta que se celebraba en honor a ellos. Y allí estaban todos sonriendo y divirtiéndose, como si todo lo ocurrido nada más fuese una pesadilla.
Era imposible dejar de ver como se divertían. Irvine estaba coqueteándole a cada chica que veía, mientras Selphie, furiosa, trataba de alejarlo de esas mujeres.
Quistis, al parecer, era la única que buscaba compañía con madurez, y se la podía ver charlando muy felizmente con Cid y con Edea. Squall entrecerró los ojos, esa hermosa mujer siempre había querido tomar el lugar de Ellone, como su hermana mayor...sin embargo, ella lo necesitaba tanto como el, lamentó no haberse dado cuenta hasta tanto tiempo después.
Una sonrisa apareció en los labios de Squall mientras veía a Zell, furioso, correteando a Angelo, el perro de Rinoa, quien le había robado un pedazo de carne...
Hubiese sido lindo que Laguna y Ellone los acompañaran, pero no fue posible. Así como tampoco encontró a Seifer, Raijin y Fuujin... hubiera sido tan perfecto si ellos estuvieran allí...
Finalmente, dirigió su atención hacia Rinoa, la hermosa mujer de la que se había enamorado desde el primer momento; lo sostenía con fuerza de la mano, mientras caminaban fuera de la fiesta. No les costó demasiado escabullirse lejos de la fiesta...
Pronto estuvieron fuera del salón de fiestas, y caminaron despacio por los pasillos del garden.
“Tu habitación, Squall, es por aquí... no es así?” Cuestionó la hermosa joven, mientras le sonreía y sus ojos expresaban su felicidad...
Sin poder murmurar una sola palabra, ante esa hermosa visión, él se limitó a aceptar con la cabeza y a seguirla.
Squall cerró la puerta de su habitación, mientras Rinoa encendía la luz y le echaba un vistazo al lugar. No era la primera vez que ella estaba allí...
Era poca la decoración, salvo el enorme logo del león encuadrado que tenía, sus uniformes, un pequeño escritorio con algunos papeles, las botas bajo la cama y la cama individual.
“Que hacemos aquí?” Cuestionó el, un tanto despistado; si ella quería hablarle, bien podían haberlo hecho en el balcón donde estaban.
Rinoa se volteó y examinando a Squall con la mirada, la cual delataba todos sus sentimientos, lo abrazó, con sutileza, e hizo que sus labios se unieran nuevamente, en un beso más tierno que el anterior, con leves toques de lengua, y roce de labios.
Aunque algo sorprendido, el chico aceptó el beso, con suma ternura; había esperando tanto tiempo, y ahora le parecía tan necesario el dulce sabor de los carnosos labios de esa mujer... la abrazaba, manteniendo la calidez de los cuerpos, encerrada. Comenzó a dar pasos cortos, moviendo su cuerpo y el de ella, como si esperara que ella no lo notara, sin embargo las suaves
piernas de ella también se movían. Ambos sabían lo que deseaban, lo que harían... un sentimiento mutuo y un trato sin palabras los había hecho presos...
Rinoa se dejaba llevar, pero además le empujo la chaqueta a Squall, deshaciéndose de ella mientras le acariciaba los brazos, esos firmes músculos que la abrazaban haciéndola sentir amada y protegida.
El beso los extasiaba, los drogaba, obligándolos a permanecer en él, en el delicado roce de sus lenguas bajo sus labios, los suspiros que dejaban escapar. No querían separarse, apenas eran dueños de sus cuerpos y sus alientos; sin aviso la gabardina azul de Rinoa cayó al suelo, sin ella se diese cuenta en que momento el había zafado los botones, pero no importaba...
Los brazos de el se mantenían firmes en la cintura de ella, sosteniéndola como si temiera que fuera a escapársele. Finalmente rompieron el beso, para que los finos labios de Squall se pasearan por el cuello de Rinoa, los labios húmedos aún por el largo y pausado beso que habían compartido.
Con los ojos entrecerrados, y los labios semiabiertos, una sonrisa de satisfacción se dibujó en los labios de la joven, quien sin perder el tiempo estaba levantando la playera de Squall para deshacerse de ella, y mientras dejaba pasear sus delicadas manos por el fornido tórax del chico, quien dejo de besarla, para ayudarla... sacándose la playera, la cual cayo al suelo con un sonido apagado. Pronto, los suaves labios de seda de Rinoa estaban sobre su pecho, aun húmedos, y causaban cosquillas mientras besaban despacio, cuidando de no perder un solo centímetro de la tersa piel de ese hombre al cual estaba decidida a entregarse. Su lengua comenzó a marcar los músculos de el, con cierta timidez... fue entonces cuando él la tomo del cuello, dejando que el largo pelo negro se resbalara entre sus dedos, suave y fino...
La cabeza de la joven detuvo su descenso cuando se encontró con los pantalones oscuros de Squall y sus ojos mantuvieron fija la vista en el botón del pantalón, mientras la mano cálida de Squall le hacia el pelo hacia un lado, acariciándole la mejilla. Con algo de timidez, hizo al botón ceder, para hacer lo mismo con el cierre... y con un leve empujón, los pantalones cayeron al suelo...dejando a la vista el ya emocionado miembro del chico, tras sus calzoncillos... los cuales desaparecieron con suaves movimientos de parte de ella, dejando ante sus ojos la erección que ella misma había ocasionado.
Como si temiese tocarlo con demasiada fuerza, las suaves manos de la chica tomaron esa calidez entre sus manos, y el primer contacto de su boca con el órgano fue un suave beso, pero se encontró deslizando los labios con cuidado en la cabeza del miembro, para luego hacer círculos con la lengua, pequeños círculos rápidos y presionando con insistencia. La reacción de Squall fue obvia, y las manos en la cabeza de ella, la sostenían y a la vez no, le daba libertad, a la vez que le insistía por mas. Su expresión relajada cambiaba a una que el no podía describir, mientras pensaba que gemiría y no lo hacía...
Finalmente, los sedosos labios de Rinoa lo tomaron completo, deslizándose despacio, probando y aprendiendo, mientras escondía lo mas que podía sus dientes, pensando en el placer absoluto del hombre con el que se encontraba...
Pronto, su saliva lo hizo resbaladizo, y su boca probaba esa sensación de humedad cálida, y a medida que su cabeza se movía con más fuerza, más rápido entraba y salía el órgano de su boca. Mientras su lengua firme rozaba esa deliciosa textura de piel, que le provocaba seguir, y seguir...
Los labios de el permanecían abiertos, mientras gritos ahogados se dibujaban en su boca. Su corazón latía tan rápido y el sentimiento de hacerla suya se apoderaba más y más de él... y tanto era el deseo que las caderas inertes de Squall comenzaron a moverse, en ayuda, en deseo...
El la tomo del cuello con una mano, con cuidado, haciéndola levantarse y detener su labor. Sin esperas, tomó su boca en un embriagante beso, dejando que su pasión se expandiera por su cuerpo y deseando que ella sintiera lo mismo. No esperó mas, cuando hizo que ambos cuerpos cayeran sobre la cama, el sobre ella, y su virilidad rozándole las piernas tentativamente.
Las manos de Squall se deslizaron con cuidado, desde la cintura hasta los senos, tocando con algo de insistencia sobre la blusa negra, y no encontró resistencia de parte de ella, quien le acariciaba el tórax a medida que lo besaba. Imitó el movimiento de ella y deshaciéndose de la blusa negra, inclinó un poco la cabeza, besándole los senos despacio, sobre el top que aun interfería en su camino. Sin brusquedad, dejó que sus dientes se encajaran, levemente, y ante ello Rinoa lo tomo de la cabeza... con la duda de si era para detenerlo o para obligarlo a continuar...
Las manos cálidas de Squall buscaron el cierre del top, deshaciéndose de el lo mas rápido que podía, para de inmediato tomar esas frutas maduras entre sus manos, acariciándolos con insistencia; su cabeza volvió a inclinarse y su lengua comenzó a jugar con el pezón izquierdo, lamiéndolo, tomándolo entre sus dientes. Mientras su mano jugaba con el compañero derecho, apretando y frotando. Rinoa continuaba sosteniéndolo de la cabeza, mientras su cuello se hacia para atrás, con los ojos cerrados, sintiendo como una leve punzada de dolor podía ser tan excitante... y dejar de ser dolor, para convertirse en absoluto placer. Sin quererlo, un suave sonido se le escapo de los labios...
Squall levantó su cabeza y encontrando sus ojos con los de ella, ambas miradas permanecieron cruzadas por varios segundos, en silencio. Una sonrisa protectora apareció en los labios del chico, que fue correspondida por ella...
“Te amo” Le confesó el como si fuera el más grande de sus secretos, y con eso la sonrisa en los labios de Rinoa se expandió. Mientras, el la besaba delicadamente en el cuello, tomándose el tiempo para acariciar cada parte con su lengua. Eso le ocasiono cosquillas a ella, y volteó su rostro al lado contrario de donde el la besaba.
Las manos de Squall se resbalaron hasta la falda que ella portaba, resbalándola despacio, dejando que sus dedos rozaran despacio los muslos que temblaban con timidez y temor. Sin embargo, concluyó su labor, sin remordimiento alguno. El rostro de Rinoa se ruborizó totalmente cuando el le hizo levantar las piernas, para deshacerse de las pequeñas bragas que ella portaba. Se encontró desnuda, por primera vez, frente a un hombre, pero era el hombre que ella había esperado, elegido... y luchado tanto tiempo a su lado.
Squall le dio una mirada rápida, observando lo roja que se había puesto, y sonrío levemente mientras dejaba que su lengua lamiera con cuidado el área del obligo de ella, insertando su lengua en el mismo... mientras hacía esto, su mano derecha se apropió de la entrepierna de la joven, tocando con insistencia su intimidad. El cuerpo de ella reacciono de forma extraña, o al menos eso pensó ella. Podía sentir como: con algo de presión, los dedos de el formaban círculos sobre lo mas íntimo de su entrepierna, haciéndola sentir que iba a enloquecer...
El dejó de besarle el cuerpo, para concentrar su mirada en las expresiones faciales de ella, que irradiaban todo el placer que sentía. Alejó la mano, lo que hizo que ella abriera los ojos y lo observara. Se sorprendió un poco ante lo que vio; con una sensualidad que no podía describir, los labios y lengua de Squall se paseaban por sus propios dedos, dejando que la saliva se expandiera, humedeciéndolos por completo.
La boca de el estuvo sobre la suya, tan pronto que casi no lo pudo haber notado. La calidez que salía de la respiración de Squall se unía con la suya, y el beso se volvía tan apasionado que no sabían en que momento se había convertido en tanto deseo y pasión...
inesperadamente para ella, la mano de el volvió a su trabajo anterior... resbalándose con mas libertad esta vez. Volteó el rostro rápidamente, separándose del beso, cuando sintió una leve molestia, y sus manos se aferraron a los hombros de el, abriendo los ojos para verlo...
El volvió a besarla en los labios, con cierta ternura. Mientras empujaba un poco más su mano y los dedos húmedos se adentraban en ella. No pudo evitarlo cuando un gemido salió de sus labios, a medida que el arremetía y desistía y volvía a repetirlo, los gemidos comenzaron a ser mas frecuentes, la molestia no se iba y pronto pensó que lloraría... pero no fue así ya que el detuvo lo que hacía, y la dejó tomar aire; mientras ambos se observaban, el pecho de ella se movía rápidamente, agitado. El tomó una mejor posición, haciendo que las piernas de ella pasaran alrededor de su cintura. Y ella, aferró sus manos a los hombros de el.
Posicionando su órgano de mejor manera, con una de sus manos, mientras se apoyaba de la cama con la otra y las rodillas, dejó que su cuerpo comenzara a formar parte de el de Rinoa... quien ante el acto, jadeó, y el leve empujón la hizo gritar...las manos de ella se mantenían sobre los hombros de el, sosteniéndolo con firmeza, con más fuerza a cada momento...
“Squall!” Gimió Rinoa cerrando los ojos de inmediato, ante el dolor que se presentaba, su cuerpo reaccionó como si quisiera alejarse de el. Squall se detuvo, besándola despacio sobre los labios, por un momento no hubo reacción de ella... no podía dar una descripción exacta, solo sabia que... dolía...
Pronto, el beso de el fue correspondido. Entonces el continuó con lo que había empezado, arremetiendo despacio hacia adentro del cuerpo de la joven, quien aun jadeaba por el dolor ocasionado, que sin embargo se hacia mas leve.
El cuerpo del chico se movía, despacio... impulsándose con más rapidez a cada momento, sus caderas reaccionaban a sus ordenes, no, reaccionaban a las ordenes de los gemidos de Rinoa, que se hacían fuertes y estaban mezclados con el placer que ascendía sin compasión, declarándole guerra al dolor...
Poco a poco, el dolor se había convertido en un leve ardor, que a su vez hacía que ella pensara que se convertiría en fuego, poseyendo y destruyendo los cuerpos extasiados de ambos. Ese pensamiento desapareció pronto, cuando su cuerpo reaccionaba a la estimulación, y comenzaba a tomar el ritmo que imponía el cuerpo de Squall en ella.
Ardía, y su corazón bombardeaba con fuerza, con demasiada fuerza; la adrenalina recorría cada célula de su cuerpo. Mientras, se aferraba más al cuerpo masculino que penetraba en el suyo, haciéndose más rápido, más fuerte, más profundo...
Squall jadeo, entrecerrando los ojos, la vista deliciosa de esa hermosa mujer bajo su cuerpo, esos bellos ojos oscuros, la delicadeza armoniosa de su rostro. Sin pensarlo, los dedos de sus manos le acariciaban el rostro perfecto de Rinoa, despacio, sus labios temblorosos buscaron los secos labios de la chica, besándolos con delicadeza en un leve roce, hizo lo mismo en una mejilla, y dejó su cabeza esconderse en un hombro de ella...
Las manos cálidas de Rinoa le acariciaron el cabello, mientras ella le besaba una mejilla, cuidadosa... volvió a jadear el nombre de el, a su oído, esta vez por placer, nada más había en esa voz que no fuese placer... el dio una ojeada, al rostro relajado de ella... sonrió, mientras cerraba los ojos y dejaba su cuerpo descansar...
Cayó rendido sobre el colchón. Cuanto tiempo había pasado?, no lo sabía y no le importaba... apenas si recordaba todos los problemas que habían tenido para llegar a ese momento, pero no le importó. Los brazos delicados de ella lo rodeaban, abrazándolo y recostándose mas cerca de el.
Squall sonrío una vez mas, al verla descansar... allí... junto a el, y no podía evitar que sus ojos se quedaran fijos en ella... como habían estado antes y como estarían siempre.
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Las estrellas brillaban intensamente en el cielo, en el oscuro cielo, parecía que era la primera vez que salían... que brillaban de esa forma.
El Balamb Garden se movía despacio por las tranquilas aguas, mientras el viendo causaba leves olas que mojaban la parte inferior del garden, donde todo era fiesta y felicidad... la pesadilla recién había terminado. The Sorcceress había sido derrotada, el fluido del tiempo no los afecto... “Matron” Edea, esta con bien... y Squall y Rinoa... continuaban compartiendo un beso, el primer beso que ambos recibían de parte del otro, por lo que ambos habían esperado mucho tiempo. El rose delicado de sus labios unidos y la forma en que sus lenguas se probaban, con tacto y sencillez. Sin embargo, iba cargado de la ternura y del deseo que ambos se habían forjado hacia el otro.
El tiempo no importaba, no existía. El embriagante sabor de ambos se fundía, mezclándose, y no les dejaba saber cual era el sabor de quien, pero era tan sublime y delicioso, que comenzaban a pensar que ningún otro sabor en este mundo, o en el otro,
podría compararse. Sentían que podían pasar el resto de la eternidad así... corazón con corazón, manos unidas, labios compartiendo todo y nada..
Despacio, como si fuera doloroso o la despedida mas grande, sus labios se separaron, pero sus cuerpos seguían juntos...abrazados. Los dedos entrelazados, tejiéndose con fuerza, intentando no separarse.
La calidez de los cuerpos aumentaba, como si fueran radiados por la mas fuerte luz del sol, su calidez...
“Te amo” Susurró ella, finalmente, después de un incómodo silencio. Y mi9entras lo hacía buscó los ojos de su amado, de su amado león...
Squall sonrío levemente, mientras su rostro relajado expresaba todos sus sentimientos, y acepto con un movimiento de cabeza; acto seguido la besó de nuevo, un beso corto y dulce en los labios que apenas dejaba probar un poco del néctar anterior...
“Te amo, Rinoa” Murmuró mientras llevaba la suave mano de ella a su pecho, donde se encontraba su corazón, el corazón que ella había robado...
Lágrimas fueron llamadas a los hermosos ojos negros de Rinoa, quien no podía decidir que sentimiento embargaba su corazón, se hacía amo de él, dolía... pero a la vez era tan hermoso y perfecto.
“Ven...” Le sugirió ella y tomándolo de una mano y lo llevó consigo, a través de la fiesta que se celebraba en honor a ellos. Y allí estaban todos sonriendo y divirtiéndose, como si todo lo ocurrido nada más fuese una pesadilla.
Era imposible dejar de ver como se divertían. Irvine estaba coqueteándole a cada chica que veía, mientras Selphie, furiosa, trataba de alejarlo de esas mujeres.
Quistis, al parecer, era la única que buscaba compañía con madurez, y se la podía ver charlando muy felizmente con Cid y con Edea. Squall entrecerró los ojos, esa hermosa mujer siempre había querido tomar el lugar de Ellone, como su hermana mayor...sin embargo, ella lo necesitaba tanto como el, lamentó no haberse dado cuenta hasta tanto tiempo después.
Una sonrisa apareció en los labios de Squall mientras veía a Zell, furioso, correteando a Angelo, el perro de Rinoa, quien le había robado un pedazo de carne...
Hubiese sido lindo que Laguna y Ellone los acompañaran, pero no fue posible. Así como tampoco encontró a Seifer, Raijin y Fuujin... hubiera sido tan perfecto si ellos estuvieran allí...
Finalmente, dirigió su atención hacia Rinoa, la hermosa mujer de la que se había enamorado desde el primer momento; lo sostenía con fuerza de la mano, mientras caminaban fuera de la fiesta. No les costó demasiado escabullirse lejos de la fiesta...
Pronto estuvieron fuera del salón de fiestas, y caminaron despacio por los pasillos del garden.
“Tu habitación, Squall, es por aquí... no es así?” Cuestionó la hermosa joven, mientras le sonreía y sus ojos expresaban su felicidad...
Sin poder murmurar una sola palabra, ante esa hermosa visión, él se limitó a aceptar con la cabeza y a seguirla.
Squall cerró la puerta de su habitación, mientras Rinoa encendía la luz y le echaba un vistazo al lugar. No era la primera vez que ella estaba allí...
Era poca la decoración, salvo el enorme logo del león encuadrado que tenía, sus uniformes, un pequeño escritorio con algunos papeles, las botas bajo la cama y la cama individual.
“Que hacemos aquí?” Cuestionó el, un tanto despistado; si ella quería hablarle, bien podían haberlo hecho en el balcón donde estaban.
Rinoa se volteó y examinando a Squall con la mirada, la cual delataba todos sus sentimientos, lo abrazó, con sutileza, e hizo que sus labios se unieran nuevamente, en un beso más tierno que el anterior, con leves toques de lengua, y roce de labios.
Aunque algo sorprendido, el chico aceptó el beso, con suma ternura; había esperando tanto tiempo, y ahora le parecía tan necesario el dulce sabor de los carnosos labios de esa mujer... la abrazaba, manteniendo la calidez de los cuerpos, encerrada. Comenzó a dar pasos cortos, moviendo su cuerpo y el de ella, como si esperara que ella no lo notara, sin embargo las suaves
piernas de ella también se movían. Ambos sabían lo que deseaban, lo que harían... un sentimiento mutuo y un trato sin palabras los había hecho presos...
Rinoa se dejaba llevar, pero además le empujo la chaqueta a Squall, deshaciéndose de ella mientras le acariciaba los brazos, esos firmes músculos que la abrazaban haciéndola sentir amada y protegida.
El beso los extasiaba, los drogaba, obligándolos a permanecer en él, en el delicado roce de sus lenguas bajo sus labios, los suspiros que dejaban escapar. No querían separarse, apenas eran dueños de sus cuerpos y sus alientos; sin aviso la gabardina azul de Rinoa cayó al suelo, sin ella se diese cuenta en que momento el había zafado los botones, pero no importaba...
Los brazos de el se mantenían firmes en la cintura de ella, sosteniéndola como si temiera que fuera a escapársele. Finalmente rompieron el beso, para que los finos labios de Squall se pasearan por el cuello de Rinoa, los labios húmedos aún por el largo y pausado beso que habían compartido.
Con los ojos entrecerrados, y los labios semiabiertos, una sonrisa de satisfacción se dibujó en los labios de la joven, quien sin perder el tiempo estaba levantando la playera de Squall para deshacerse de ella, y mientras dejaba pasear sus delicadas manos por el fornido tórax del chico, quien dejo de besarla, para ayudarla... sacándose la playera, la cual cayo al suelo con un sonido apagado. Pronto, los suaves labios de seda de Rinoa estaban sobre su pecho, aun húmedos, y causaban cosquillas mientras besaban despacio, cuidando de no perder un solo centímetro de la tersa piel de ese hombre al cual estaba decidida a entregarse. Su lengua comenzó a marcar los músculos de el, con cierta timidez... fue entonces cuando él la tomo del cuello, dejando que el largo pelo negro se resbalara entre sus dedos, suave y fino...
La cabeza de la joven detuvo su descenso cuando se encontró con los pantalones oscuros de Squall y sus ojos mantuvieron fija la vista en el botón del pantalón, mientras la mano cálida de Squall le hacia el pelo hacia un lado, acariciándole la mejilla. Con algo de timidez, hizo al botón ceder, para hacer lo mismo con el cierre... y con un leve empujón, los pantalones cayeron al suelo...dejando a la vista el ya emocionado miembro del chico, tras sus calzoncillos... los cuales desaparecieron con suaves movimientos de parte de ella, dejando ante sus ojos la erección que ella misma había ocasionado.
Como si temiese tocarlo con demasiada fuerza, las suaves manos de la chica tomaron esa calidez entre sus manos, y el primer contacto de su boca con el órgano fue un suave beso, pero se encontró deslizando los labios con cuidado en la cabeza del miembro, para luego hacer círculos con la lengua, pequeños círculos rápidos y presionando con insistencia. La reacción de Squall fue obvia, y las manos en la cabeza de ella, la sostenían y a la vez no, le daba libertad, a la vez que le insistía por mas. Su expresión relajada cambiaba a una que el no podía describir, mientras pensaba que gemiría y no lo hacía...
Finalmente, los sedosos labios de Rinoa lo tomaron completo, deslizándose despacio, probando y aprendiendo, mientras escondía lo mas que podía sus dientes, pensando en el placer absoluto del hombre con el que se encontraba...
Pronto, su saliva lo hizo resbaladizo, y su boca probaba esa sensación de humedad cálida, y a medida que su cabeza se movía con más fuerza, más rápido entraba y salía el órgano de su boca. Mientras su lengua firme rozaba esa deliciosa textura de piel, que le provocaba seguir, y seguir...
Los labios de el permanecían abiertos, mientras gritos ahogados se dibujaban en su boca. Su corazón latía tan rápido y el sentimiento de hacerla suya se apoderaba más y más de él... y tanto era el deseo que las caderas inertes de Squall comenzaron a moverse, en ayuda, en deseo...
El la tomo del cuello con una mano, con cuidado, haciéndola levantarse y detener su labor. Sin esperas, tomó su boca en un embriagante beso, dejando que su pasión se expandiera por su cuerpo y deseando que ella sintiera lo mismo. No esperó mas, cuando hizo que ambos cuerpos cayeran sobre la cama, el sobre ella, y su virilidad rozándole las piernas tentativamente.
Las manos de Squall se deslizaron con cuidado, desde la cintura hasta los senos, tocando con algo de insistencia sobre la blusa negra, y no encontró resistencia de parte de ella, quien le acariciaba el tórax a medida que lo besaba. Imitó el movimiento de ella y deshaciéndose de la blusa negra, inclinó un poco la cabeza, besándole los senos despacio, sobre el top que aun interfería en su camino. Sin brusquedad, dejó que sus dientes se encajaran, levemente, y ante ello Rinoa lo tomo de la cabeza... con la duda de si era para detenerlo o para obligarlo a continuar...
Las manos cálidas de Squall buscaron el cierre del top, deshaciéndose de el lo mas rápido que podía, para de inmediato tomar esas frutas maduras entre sus manos, acariciándolos con insistencia; su cabeza volvió a inclinarse y su lengua comenzó a jugar con el pezón izquierdo, lamiéndolo, tomándolo entre sus dientes. Mientras su mano jugaba con el compañero derecho, apretando y frotando. Rinoa continuaba sosteniéndolo de la cabeza, mientras su cuello se hacia para atrás, con los ojos cerrados, sintiendo como una leve punzada de dolor podía ser tan excitante... y dejar de ser dolor, para convertirse en absoluto placer. Sin quererlo, un suave sonido se le escapo de los labios...
Squall levantó su cabeza y encontrando sus ojos con los de ella, ambas miradas permanecieron cruzadas por varios segundos, en silencio. Una sonrisa protectora apareció en los labios del chico, que fue correspondida por ella...
“Te amo” Le confesó el como si fuera el más grande de sus secretos, y con eso la sonrisa en los labios de Rinoa se expandió. Mientras, el la besaba delicadamente en el cuello, tomándose el tiempo para acariciar cada parte con su lengua. Eso le ocasiono cosquillas a ella, y volteó su rostro al lado contrario de donde el la besaba.
Las manos de Squall se resbalaron hasta la falda que ella portaba, resbalándola despacio, dejando que sus dedos rozaran despacio los muslos que temblaban con timidez y temor. Sin embargo, concluyó su labor, sin remordimiento alguno. El rostro de Rinoa se ruborizó totalmente cuando el le hizo levantar las piernas, para deshacerse de las pequeñas bragas que ella portaba. Se encontró desnuda, por primera vez, frente a un hombre, pero era el hombre que ella había esperado, elegido... y luchado tanto tiempo a su lado.
Squall le dio una mirada rápida, observando lo roja que se había puesto, y sonrío levemente mientras dejaba que su lengua lamiera con cuidado el área del obligo de ella, insertando su lengua en el mismo... mientras hacía esto, su mano derecha se apropió de la entrepierna de la joven, tocando con insistencia su intimidad. El cuerpo de ella reacciono de forma extraña, o al menos eso pensó ella. Podía sentir como: con algo de presión, los dedos de el formaban círculos sobre lo mas íntimo de su entrepierna, haciéndola sentir que iba a enloquecer...
El dejó de besarle el cuerpo, para concentrar su mirada en las expresiones faciales de ella, que irradiaban todo el placer que sentía. Alejó la mano, lo que hizo que ella abriera los ojos y lo observara. Se sorprendió un poco ante lo que vio; con una sensualidad que no podía describir, los labios y lengua de Squall se paseaban por sus propios dedos, dejando que la saliva se expandiera, humedeciéndolos por completo.
La boca de el estuvo sobre la suya, tan pronto que casi no lo pudo haber notado. La calidez que salía de la respiración de Squall se unía con la suya, y el beso se volvía tan apasionado que no sabían en que momento se había convertido en tanto deseo y pasión...
inesperadamente para ella, la mano de el volvió a su trabajo anterior... resbalándose con mas libertad esta vez. Volteó el rostro rápidamente, separándose del beso, cuando sintió una leve molestia, y sus manos se aferraron a los hombros de el, abriendo los ojos para verlo...
El volvió a besarla en los labios, con cierta ternura. Mientras empujaba un poco más su mano y los dedos húmedos se adentraban en ella. No pudo evitarlo cuando un gemido salió de sus labios, a medida que el arremetía y desistía y volvía a repetirlo, los gemidos comenzaron a ser mas frecuentes, la molestia no se iba y pronto pensó que lloraría... pero no fue así ya que el detuvo lo que hacía, y la dejó tomar aire; mientras ambos se observaban, el pecho de ella se movía rápidamente, agitado. El tomó una mejor posición, haciendo que las piernas de ella pasaran alrededor de su cintura. Y ella, aferró sus manos a los hombros de el.
Posicionando su órgano de mejor manera, con una de sus manos, mientras se apoyaba de la cama con la otra y las rodillas, dejó que su cuerpo comenzara a formar parte de el de Rinoa... quien ante el acto, jadeó, y el leve empujón la hizo gritar...las manos de ella se mantenían sobre los hombros de el, sosteniéndolo con firmeza, con más fuerza a cada momento...
“Squall!” Gimió Rinoa cerrando los ojos de inmediato, ante el dolor que se presentaba, su cuerpo reaccionó como si quisiera alejarse de el. Squall se detuvo, besándola despacio sobre los labios, por un momento no hubo reacción de ella... no podía dar una descripción exacta, solo sabia que... dolía...
Pronto, el beso de el fue correspondido. Entonces el continuó con lo que había empezado, arremetiendo despacio hacia adentro del cuerpo de la joven, quien aun jadeaba por el dolor ocasionado, que sin embargo se hacia mas leve.
El cuerpo del chico se movía, despacio... impulsándose con más rapidez a cada momento, sus caderas reaccionaban a sus ordenes, no, reaccionaban a las ordenes de los gemidos de Rinoa, que se hacían fuertes y estaban mezclados con el placer que ascendía sin compasión, declarándole guerra al dolor...
Poco a poco, el dolor se había convertido en un leve ardor, que a su vez hacía que ella pensara que se convertiría en fuego, poseyendo y destruyendo los cuerpos extasiados de ambos. Ese pensamiento desapareció pronto, cuando su cuerpo reaccionaba a la estimulación, y comenzaba a tomar el ritmo que imponía el cuerpo de Squall en ella.
Ardía, y su corazón bombardeaba con fuerza, con demasiada fuerza; la adrenalina recorría cada célula de su cuerpo. Mientras, se aferraba más al cuerpo masculino que penetraba en el suyo, haciéndose más rápido, más fuerte, más profundo...
Squall jadeo, entrecerrando los ojos, la vista deliciosa de esa hermosa mujer bajo su cuerpo, esos bellos ojos oscuros, la delicadeza armoniosa de su rostro. Sin pensarlo, los dedos de sus manos le acariciaban el rostro perfecto de Rinoa, despacio, sus labios temblorosos buscaron los secos labios de la chica, besándolos con delicadeza en un leve roce, hizo lo mismo en una mejilla, y dejó su cabeza esconderse en un hombro de ella...
Las manos cálidas de Rinoa le acariciaron el cabello, mientras ella le besaba una mejilla, cuidadosa... volvió a jadear el nombre de el, a su oído, esta vez por placer, nada más había en esa voz que no fuese placer... el dio una ojeada, al rostro relajado de ella... sonrió, mientras cerraba los ojos y dejaba su cuerpo descansar...
Cayó rendido sobre el colchón. Cuanto tiempo había pasado?, no lo sabía y no le importaba... apenas si recordaba todos los problemas que habían tenido para llegar a ese momento, pero no le importó. Los brazos delicados de ella lo rodeaban, abrazándolo y recostándose mas cerca de el.
Squall sonrío una vez mas, al verla descansar... allí... junto a el, y no podía evitar que sus ojos se quedaran fijos en ella... como habían estado antes y como estarían siempre.