Ménage a trois
CapÃtulo Único.
Ménage a trois.
Maki Akamine debía estar loca. ¿Cómo fue que se le ocurrió pedir un trío con Ken Wakashimazu? Pero Kojiro Hyuga se lo debía; después de todo, él la había engañado con otra mujer y ella, para perdonarlo, le dijo que iba a cobrarle el ultraje de una forma en la que realmente le doliera.
Wakashimazu, por supuesto, estaba tan sorprendido como Hyuga. Al principio se resistió, sobre todo porque él ya sabía que Kojiro y Maki tenían un hijo y que vivían juntos, pero Maki lo tentó diciéndole que sería una experiencia diferente. Además, a pesar de ya haber tenido un hijo, la joven seguía teniendo un cuerpo escultural y Ken recordó los buenos momentos que había pasado con Maki cuando ella fue su novia.
- Sé que esto se sale por completo de lo que haríamos nosotros en una situación normal; ni Kojiro, ni tú ni yo somos así pero esto es algo extraordinario… .- dijo Maki, avergonzada.- Olvídalo, ni siquiera sé por qué te estoy pidiendo esto…
- Hyuga me ha dicho que fue la condición que le pusiste para que lo perdones por haberse acostado con otra mujer, ¿no es así?.- replicó Ken.
- Sí.- ella desvió la mirada; aún le dolía pensar en lo sucedido.
- Entonces lo haré.- decidió Wakashimazu.- Si es por ayudar al capitán a recuperar a la mujer que ama, haré lo que sea necesario.
Así pues, Maki lo citó en un conocido y lujoso hotel de la ciudad, sitio a donde también Kojiro llegó a la hora acordada. Ambos hombres se miraron y no supieron qué decirse.
- Supongo que lo mejor será acabar con esto cuando antes.- dijo Kojiro, resignado.- No te sientas obligado a hacerlo si no lo deseas, Wakashimazu.
- No te preocupes, Hyuga.- replicó Ken.- Estoy preparado.
Hyuga sintió una ligera punzada de celos; después de todo, Ken y Maki fueron pareja un par de años antes de que ella se decidiera por Kojiro y si bien éste no guardaba sentimientos negativos por Wakashimazu, no le agradaba la idea de que él le hiciera el amor a su actual novia delante de sus ojos. Los dos jóvenes subieron a la habitación que Maki les había indicado, sin decir palabra. Hyuga tocó a la puerta sin saber qué esperar; la chica abrió, vestida con un camisón negro transparente, lo más atrevido que ella se animó a usar pero, a pesar de ser un conjunto sencillo, ambos hombres se quedaron con la boca abierta.
- Te ves estupenda.- musitó Kojiro, con la boca seca.
- Simplemente fabulosa.- confesó Ken.
- Bien, entonces hagámoslo.- Maki los hizo pasar, puso el letrero de “No molestar” en la perilla y cerró la puerta.
Tanto Hyuga como Wakashimazu se sintieron nerviosos, no sabían por dónde comenzar, pero Maki por primera vez en su vida tomó el control. La chica se acercó a Ken y comenzó a besarlo, él no perdió tiempo y la acarició por encima del camisón. Kojiro miraba, invadido por los celos pero recordando que ése había sido su trato con Maki; sin embargo, ella pronto dejó al portero y se acercó a su novio para besarlo con intensidad. Hyuga acarició las nalgas de Maki y su espalda para después lamer su cuello. Maki se separó y condujo a ambos hombres hacia la cama. Ella se armó de valor y se quitó el camisón, quedándose con unas pantaletas que hacían juego. Por un momento, Kojiro y Ken se dedicaron a observar a Maki de manera lujuriosa.
- ¿Y bien?.- la joven se ruborizó.- No quiero ser la única en estar desnuda aquí.
Maki observó cómo sus dos galanes empezaban a bailar para ella, al tiempo que se quitaban la ropa. Los dos se movían bien y tenían cuerpos de lujo; primero, se quitaron las camisas mostrando sus increíbles pechos y brazos musculosos y se las aventaron a Maki, quien soltó una risilla al recibirlas, después continuaron con los pantalones, enseñando sus piernas fuertes y al final terminaron con la ropa interior, dejando al descubierto sus bien formados traseros y dos miembros erectos y listos para la acción. Maki sonrió complacida, tanto Kojiro como Ken tenían armamentos bastante grandes y ninguno tenía motivos para envidiar al otro.
- Bien, es hora de seguir.- a pesar de su vergüenza, Maki sonrió.
Ella tomó a Kojiro con una mano y a Ken con la otra y los llevó a la cama, besando alternadamente a cada uno. Wakashimazu le chupaba los pezones a Maki mientras Kojiro le lamía el clítoris, tras haberla despojado de las sencillas pantaletas negras. Maki gemía y jadeaba, presa del placer.
- ¡Oh, sí, los dos son geniales!.- suspiró ella.
Maki se separó y se puso a cuatro patas. Ken entonces tomó su pene y lo metió en la boca de Maki. Ella comenzó a chupar y a jugar con su lengua, pasándola por su glande. Kojiro decidió que era su turno al ver a Maki tan mojada y empezó a introducir su pene en esa húmeda vagina. La chica estaba gozando como nunca, con Hyuga penetrándola y con Wakashimazu metiéndole el pene en la boca, ella se retorcía y dejaba escapar gemidos entre cada chupada. Wakashimazu acariciaba el cabello de Maki y la tomaba por la nuca para introducirle más su miembro; Kojiro tomó a Maki por la cintura y arremetió con fuerza.
- Me voy a correr.- gimió Ken.- Lo haces muy bien.
- Estás deliciosa.- musitó Kojiro.- Eres tan estrecha.
Maki solo podía pensar que esos dos hombres eran todos unos expertos en el arte del sexo. De momento, Ken no aguantó más y se corrió en la boca de Maki; Kojiro, siguió penetrándola mientras golpeaba con fuerza sus nalgas y eyaculó unos minutos después sobre su espalda. Maki cayó en la cama, presa de un orgasmo brutal. Los tres jóvenes jadearon y suspiraron durante unos momentos.
- Esto es mucho mejor de lo que pensé.- confesó Kojiro, sorprendido.
- Mucho, mucho mejor.- acordó Ken.
- Yo creo que fue delicioso.- suspiró Maki.- Gracias a los dos.
Wakashimazu y Hyuga se miraron, era demasiado tentador como para conformarse sólo con eso. Kojiro tomó a Maki por la cintura y comenzó a lamerle los pezones, haciendo que se pusieran duros al instante; Ken se fue a la parte inferior e introdujo la lengua en la vagina de la chica. Maki se retorció, se había sorprendido con el embate de los hombres pero no pudo zafarse de ellos. Hyuga se puso boca abajo y acostó a Maki sobre él, sin dejar de lamerla y acariciarla toda; el hombre hizo que ella abriera sus piernas e introdujo su pene, otra vez erecto, en la húmeda vagina de Maki.
- ¡Ahh, ahhh, ahhhhhh!.- gemía Maki.- ¡Oh, Kojiro!
Ken estaba masturbándose al ver a Kojiro penetrar a Maki pero entonces vio el ano de la chica y se dio cuenta de que él también podía participar de la acción.
- Hyuga, ayúdame con esto.- pidió Ken, tomando a Maki por la cintura.- Está moviendo mucho la cadera.
- ¿Qué haces?.- gimió Maki.
- ¿Alguna vez has sentido a dos dentro de ti?.- preguntó Wakashimazu, al tiempo que comenzaba a penetrar a Maki por detrás.- Si no, es el momento.
Maki gritó al sentir a Wakashimazu dentro de ella ya que de momento le resultó doloroso, pero Hyuga la ayudó succionándole los pezones pues le ocasionó un placer muy intenso. Ahora, no solo Kojiro la penetraba sino también Ken. El delantero por delante, el portero por detrás. Maki creyó que se partiría en dos al sentir a los dos hombres que entraban y salían de ella, cada vez con mayor rapidez.
- ¡Basta, por favor, basta!.- pidió Maki.- ¡Es demasiado!
- Lo estás disfrutando.- Kojiro le chupaba el cuello.
- Tanto como nosotros.- Ken le mordía la espalda.
Sí, eso era verdad, Maki gozaba como nunca. Ella no supo de sí cuando un remolino intenso y agotador la envolvió, haciéndola gritar con fuerza.
- ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!.- exclamó, a todo pulmón.
Kojiro eyaculó primero y después lo hizo Ken. Esta vez, los tres estaban muy agotados y cayeron en una somnolencia deliciosa... Maki dormitaba, presa del cansancio, y escuchaba que tanto Kojiro como Ken intercambiaban comentarios sobre lo increíblemente bien que se lo estaban pasando. La chica pensó que quizás la dejarían dormir pero se equivocaba, de pronto Kojiro la levantó y la hizo sentarse en la cama, con él por detrás, para después estirar su mano y juguetear con el clítoris de Maki.
- ¿Otra vez?.- suspiró ella.- ¿No han tenido suficiente?
- Creí que querías un trío.- murmuró él, al oído.- Pues aprovéchalo.
Hyuga masturbó a Maki, metiendo dos dedos en su vagina y acariciando el clítoris; una vez que ella estuvo excitada y dispuesta, Kojiro comenzó a penetrarla nuevamente pero esta vez por el ano. A Maki le resultó menos doloroso en esta ocasión y notó que era igual de placentero que ser penetrada por delante. Wakashimazu apareció y miró a los amantes con cierto reproche.
- Siempre empiezas a divertirte sin mí, Hyuga.- reclamó.
- No está todo ocupado.- Kojiro hizo que Maki abriera sus piernas, mostrando su vagina a Ken.
- Ya veo.- Wakashimazu se acercó e introdujo su pene en la vagina, húmeda de deseo.
- Me van a hacer pedazos.- gritó Maki.- ¡Son geniales!
- Eres tan deliciosa como lo recordaba.- gemía Ken, metiendo su enorme miembro en la cavidad de Maki.
- Y qué bien mueves el culo.- musitó Kojiro, moviendo sus caderas a mayor velocidad.
No se escuchaban más que gemidos, suspiros y gritos. Wakashimazu penetraba con fuerza, Kojiro se movía con rapidez, Maki se retorcía y los tres gemían, presas del placer. Wakashimazu sacó su miembro y eyaculó sobre el vientre de Maki; Kojiro dio dos penetradas más y también llegó al orgasmo. Maki se arqueó hacia atrás cuando el éxtasis la alcanzó a ella.
- ¿Con esto será suficiente o quieres más?.- cuestionó Kojiro, sintiéndose exhausto.
- No lo sé.- musitó Maki, quien en ese momento ya no era la joven tímida y tranquila que solía ser.- Los dos son tan increíbles amantes que quisiera que me lo hicieran todo el día...
Quizás todo el día no pero sí toda la noche. Ellos tuvieron sexo en el jacuzzi, en el piso, en el clóset, ya sea con Maki chupándosela a Kojiro y Ken penetrando, o ambos penetrando, o Wakashimazu haciendo sexo oral a Maki y Kojiro masajeando los pezones de ella mientras se masturbaba, o en cualquier posición que se les ocurriera, el resto de la noche los tres amantes se dedicaron a pasar la mejor experiencia de sus vidas.
Maki despertó cuando ya estaba muy avanzada la mañana. Ella giró y vio a Kojiro acostado junto a ella, sonriéndole.
- Buenos días.- dijo el delantero.- ¿Pudiste dormir anoche?
- No, realmente.- sonrió Maki, besándolo. Ella se giró hacia el otro lado y vio a Ken mirándola fijamente.
- Buenos días.- dijo el portero.- ¿Quieres dormir ahora?
- No, realmente.- sonrió Maki, besándolo también.
Qué más daba. Después de esa vez, nunca más volverían a estar en una situación semejante... A media tarde, cada joven abandonó la habitación por separado.
- ¿Disfrutó su estancia, señorita Akamine?.- preguntó el recepcionista.
- Ya lo creo que sí.- sonrió Maki.
Kojiro ya estaba esperándola en casa, con el hijo de ambos. Maki sabía que el hombre nunca le haría algún comentario sobre esa noche pero sabía también que esa experiencia no la olvidaría jamás...
Fin.